La misma crisis económica que golpeó con fuerza a España desde el 2008, y que aún cuenta con algunos vestigios notables, hizo que la población tratara de buscar medios alternativos para poder llegar a final de mes, financiar un proyecto o poder hacer frente a un pago imprevisto. En medio de esa situación aparecieron en escena los préstamos y créditos rápidos que vieron un nicho importante y una necesidad de la que poder sacar partido. De acuerdo a un estudio que ha tratado de analizar este panorama y que se llevó a cabo el año pasado es la denominada ''Generación X'' y los ''Millenials'' quienes más han recurrido a esta forma de obtener dinero. En concreto, se calcula que hasta un 80% de estos préstamos ha ido a parar a este sector de la población. Por supuesto, existen diferentes tipos de créditos a los que se puede tener acceso pero todos ellos requieren de un simulador de préstamos para saber, exactamente, la cantidad final que habrá que pagarse.

Aunque un simulador de préstamos online puede diferir en su tipología (y se pueden encontrar, por ejemplo, destinados a préstamos personales o a préstamos hipotecarios) todos ellos tienen algo en común. La base de esta herramienta es la de facilitar la labor al usuario para que pueda, con unos sencillos pasos, saber de antemano y antes de decidirse por uno o por otro cuál será la cantidad total que tendrá que devolver, incluidos los intereses. Por Internet se pueden encontrar diferentes tipos de simuladores que requieren de información distinta como pueden ser los gastos y los ingresos con los que suele contar el solicitante. Y esto va a depender del tipo de préstamo al que se intente acceder, así como de las condiciones que se tengan para su devolución. Pese a todo conviene aclarar que esta herramienta es el paso previo a la firma de contrato por lo que no hay que tener miedo alguno en emplearla tanto como se desee, ya que después habrá tiempo para leer las condiciones exactas que se solicitan.

Ahora sí, toca hablar de cómo usar uno de estos simuladores de préstamos. En realidad se trata de seguir unos pasos de lo más sencillos. Por un lado se requerirá que se indique la cantidad que se desea recibir (un estudio previo en el que se analicen las necesidades será lo más recomendable para ajustarse lo más posible). Una vez que esto se tenga claro, lo siguiente es seleccionar el plazo en el que se considere se va a devolver. Cuando se trata de préstamos o créditos rápidos la cantidad de dinero no es muy elevada y, por tanto, el periodo de devolución no suele superar tampoco el mes.

Una vez que se han indicado esas dos cifras (cuantía y plazo de devolución) el siguiente paso es el de rellenar un breve formulario (apenas lleva un par de minutos) en el que se solicita la información personal y de contacto del solicitante. Con esto se podrán obtener diferentes ofertas y seleccionar aquella que se considere más oportuna. Así de sencillo.