La AV Laderas de San Roque exigió ayer la creación de reductores de velocidad a lo largo del Camino San Roque, el acceso a la parte del pueblo radicado en la atalaya del mismo nombre, debido a la elevada velocidad a la que transitan algunos algunos vehículos a lo largo de la infraestrutura.

Esas velocidades han generado una gran tensión entre los vecinos y visitantes del lugar, motivo por lo que a instancias de los afectados, el colectivo vecinal ha demandado al Ayuntamiento de La Laguna la creación de reductores de velocidad (resaltes) en dos puntos estratégicos de la calle con el objetivo de controlar la velocidad en los puntos críticos de dicha vía.

Así lo adelantó ayer el presidente de la AV Laderas de San Roque, Fernando Palmero, quien reconoció que una parte de los vecinos están muy enfadados y preocupados por la tensión y el miedo que se genera entre conductores y vecinos.

"Ya pasó que un ciudadano recriminó la velocidad con la que transitaban unos jóvenes. Fueron momentos muy complicados porque se formó una bronca importante que no pasó a mayores porque el afectado se retiró a su casa y quiso tener la fiesta en paz. Es lamentable que en tu propio pueblo no puedas salir de tu casa y estar seguro", apuntó el representante vecinal.

Recordó que la carretera Camino San Roque se convierte en un cuello de botella, sobre todo, al principio de la calle, desde su intersección con el Camino Pista Militar. En este tramo no se puede definir dónde está el carril de subida o el de bajada, "justamente donde se encuentra el grueso de los residentes del pueblo", por lo que es habitual que los coches se rocen si no andan con cuidado.

La velocidad que cogen algunos coches ha puesto en riesgo habitualmente a algunas personas que tienen que aparcar frente a la acera, en la zona acotada por el área de Seguridad Ciudadana y Movilidad. "Atravesar la calle se convierte en una misión de alto riesgo, sobre todo cuando tienen que cruzar niños y mayores", explicó Palmero.

"Pero es mucho peor todavía. El punto más peligroso es el tramo de unos 50 metros que conecta la calle con el Camino Pista Militar porque por allí no hay aceras. Muchos vecinos transitan por allí para poder ir al centro de la ciudad y es habitual que algunos vehículos que salen o entran vayan a bastante velocidad. Son muchos los residentes los que reclaman los guardias muertos o los resaltes para minimizar riesgos y poder caminar por aquí", solicitó Fernando Palmero.

Considera fundamental que el área de Seguridad Ciudadana coloque los reductores de velocidad en dos puntos concretos. Uno en el tramo más estrecho de la carretera, "que obligaría sí o sí a reducir la marcha de los coches", y otro a la altura del número 47, "u otro punto más alto", para que los vehículos entren en la curva mucho más despacio.

El presidente de la AV Laderas de San Roque y su equipo consideran que con estas medidas, "que no supondrían un elevado coste", la tranquilidad al pueblo volvería y los vecinos y visitantes, ya sea a pie o en coche, podrían transitar con mucha más tranquilidad, apuntaron para concluir.