El Cabildo de Tenerife y los tres ayuntamientos de la Isla Baja (Buenavista del Norte, Los Silos y Garachico) mostraron ayer su respaldo al proyecto comarcal de saneamiento de aguas residuales, que estaba en entredicho tras el rechazo del Pleno de Buenavista a la ubicación de la depuradora comarcal. Las cuatro administraciones escenificaron en el Cabildo su unidad e interés en sacar adelante una red conjunta para la depuración y reutilización de las aguas residuales, aunque se revisará la ubicación de la depuradora y se analizará "técnicamente" la posibilidad de implantar sistemas de depuración alternativos.

El presidente insular, Carlos Alonso (CC), señaló que aunque el Plan Hidrológico de Tenerife (PHT) define la ubicación de depuradora comarcal, así como todo un sistema de depuración, "los técnicos del Consejo Insular de Aguas analizarán nuevas opciones respetando el carácter supramunicipal del sistema; esto es, el interés de toda la comarca. Queremos que beneficie a los tres municipios y a la actividad agrícola".

El vicepresidente insular Aurelio Abreu subrayó la importancia de la coordinación entre las áreas implicadas del Cabildo a la hora de definir el mejor sistema de depuración y saneamiento de la Isla Baja "en colaboración con los ayuntamientos, siempre dando cumplimiento a la directiva europea". Y añadió: "Vamos a llegar a un acuerdo para regenerar el agua".

El CIATF, a través del PHT, propone mejorar el sistema de saneamiento y depuración en la Isla Baja de forma unitaria y en dos fases. La primera se mantiene según el calendario previsto al menos para mejorar el tratamiento de las aguas de Garachico con una estación de tratamiento de aguas residuales con su correspondiente estación de bombeo. Una actuación que atiende una de las demandas del alcalde de Garachico, José Heriberto González (CC), quien ha pedido que se dé solución al problema histórico de la Villa y Puerto. La conducción entre Garachico y Los Silos queda en suspenso mientras se aclara el desarrollo de la segunda fase: la construcción de una depuradora comarcal, cuya localización se revisará.

Alonso lamentó ayer que "tras un largo proceso de planificación, que ha durado años, a última hora vengamos a cambiarlo todo. Estamos de acuerdo en debatir sobre la tecnología y sobre alternativas de ubicación, que son ámbitos del proyecto. Pero sin que eso suponga un retraso sine die de las infraestructuras ni un cambio de modelo".