Unos 580.000 niños de entre 6 y 13 años de toda España pasarán solos las tardes del verano porque sus padres forman parte de los 2,5 millones de trabajadores españoles pobres que no pueden permitirse pagar actividades extraescolares para sus hijos, según un estudio de la ONG Educo.

El presidente de la entidad, Jose María Faura, explicó que durante el curso escolar estos niños pasan gran parte de su tiempo en los colegios, pero cuando llega el verano se convierten en "los niños de la llave", ya que "tienen la llave de su piso para entrar y salir sin que nadie los controle mientras sus padres están trabajando".

Según Educo, el número de niños que se quedan solos durante el verano ha aumentado en 230.000 desde el 2009, una cifra que, según afirmó la directora de Educación y Acción Social de la ONG, Clarisa Giamello, seguirá creciendo.

Giamello apuntó que "el 85% de las familias pobres con niños dice que su situación es igual o peor que el año pasado y los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que 1 de cada 3 niños vive en riesgo de pobreza".

Además, añadió que "ocho de cada diez hogares de trabajadores pobres con hijos en España no recibieron ninguna ayuda pública durante el 2016", por eso, destacó Giamello que "estos niños son nativos digitales, pero también son nativos de la crisis, de la escasez y de la precariedad".

Según aseveró Giamello, los especialistas "alertan de los peligros de este tiempo exento de cuidadores en relación con conductas de riesgo como el consumo de alcohol, una mala alimentación o los problemas emocionales que aparecen en las situaciones de soledad y aislamiento".

La responsable de esta ONG recordó que "unos 230.000 niños y niñas menores de 16 años en España no pueden comer carne o pescado al menos cada dos días".

Para la educadora social de la asociación Itaca, Lara Masip, "la falta de tiempo de los trabajadores pobres crea falta de referentes de personas adultas en los niños, que por ejemplo no tienen a quién contarles lo que les pasa cuando lo necesitan".

Además, en el estudio se asegura que "los niños y las niñas de hogares en riesgo de pobreza, no solo fueron a menos actividades organizadas el verano pasado, sino que además fueron menos días". El informe precisa que, "de promedio, los niños de hogares pobres fueron 9 días, en contraposición con los niños de hogares sin riesgo, que fueron 16 días a estas actividades durante el verano".