La variedad estilos, tendencias y temáticas que practican nueve de los alumnos de fin de grado de la Facultad de Bellas Artes de La Laguna marcan el significado de la muestra colectiva, integrada por veintiocho piezas de diversos formatos, que se inauguró ayer en la sala anexa de La Recova de Santa Cruz, donde permanecerá hasta el 2 de julio.

La exposición refleja el mundo plástico en el que irrumpen estos jóvenes artistas que han seguido el "itinerario pintura", la mayoría de los cuales dan el primer paso con su obra del aula a una sala pública en la que se enfrentarán a un público objetivo.

La treintena de cuadros reunidos en La Recova se reparten entre Laura Báez, que presenta una propuesta matérica que encierra un componente figurativo.

El trabajo de Alejandra Burgos tiene como protagonistas a tres mujeres con síndrome de Down que han sido "retratadas" a partir de unas imágenes fotográficas.

Juan Pablo Falcón busca en su propuesta "un cambio personal de la representación pictórica a través de la escultura, centrándose en saturación, líneas, grafismos y figura".

Ariadna García Batista refleja en distintos fragmentos la conexión existente entre la luz y el cuerpo con la idea de mostrar "la auténtica realidad visible ante nuestros ojos".

Lucía Lupiañez presenta dos obras pertenecientes a una serie de cinco que tratan sobre los trastornos alimenticios de la anorexia y la bulimia.

En cambio, Diego Ruano refleja en sus lienzos un futuro incierto y un horizonte gris en el que predominan ruinas, naturaleza y melancolía.

Juan Carlos Vallejo centra su creatividad en los objetos y artefactos que rodean al ser humano y hablan del tiempo y la sociedad en los que vive.

Sara Vela ahonda en la búsqueda de la soledad "como concepto positivo, como encuentro de la serenidad y el descanso esenciales a través de la contemplación del paisaje pictórico".

Por último, Raquel Luis utiliza el rostro como la simbología más representativa de la identidad, a través de una serie de retratos en los que ha alterado y fraccionado el aspecto de los sujetos representados, haciendo visibles las consecuencias de vivir condicionados.

La propia Raquel Luis comentó que la exposición es un reflejo "de lo que se hace actualmente en Bellas Artes en Pintura, además de mostrar un pedacito de cada uno de los que participamos. Todos vamos a terminar siendo licenciados en Bellas Artes y con esta exposición pasamos de la faceta académica a la faceta profesional del artista".