"Se llevan mi negocio y mi vida". La frase, pronunciada al borde de las lágrimas, resume el sentimiento de Raji, Rajesh Raj Vaswani Vaswani reza su DNI, hindú de segunda generación -"de aquí, porque así me trata la gente, como uno más"- quien a primera hora de ayer retiraba junto a su hermano Rishi las últimas cajas con mercancías que formaron parte de "Cleopatra", negocio tradicional y con solera, ubicado en la plaza de la Candelaria, en los bajos de la Cámara de Comercio. Fundado en 1968 por su padre, ayer cerró definitivamente sus puertas, tras un desalojo por orden judicial, al no poder afrontar la deuda, unos 40.000 euros, con el propietario del local.

La diligencia de ejecución, fechada el pasado 22 de mayo refleja día, 7 de junio, y hora, 10:00 de la mañana. Su redacción, contundente: "Se señala el desalojo para el lanzamiento de la finca sita en la plaza de la Candelaria, número 6, Local 2, sin prórroga... Requiriéndole para que retire del inmueble los bienes de su propiedad, advirtiéndole de que en caso de no hacerlo así, se considerarán bienes abandonados".

Despliegue policial, con hasta ocho agentes estratégicamente ubicados en la plaza y una comisión judicial que permitió sacar los objetos a los afectados. Solo el representante de la parte demandante metía cierta prisa. En estos casos siempre hay quien hace el papel de "malo de la película", aunque sobró la referencia a los periodistas, porque curiosos había de todas las clases, edades y pelajes.

Raji explicó: "Mi hermano enfermó de gravedad de los riñones en agosto del año pasado. Llevaba el peso porque yo soy discapacitado y tengo otro hermano con síndrome de Down. A partir de ahí no pudimos pagar . Apenas estuvimos diez días cerrados, no tres meses como han dicho. Estas paredes tienen un enorme valor sentimental para nosotros. No han tenido en cuenta el sentimiento y ya sabemos que este espacio (100 metros cuadrados de planta y otros 100 de sótano) lo ocupará una franquicia internacional".

La deuda reconocida asciende a unos 40.000 euros con una sociedad de la Cámara de Comercio por el impago del alquiler del local durante diez meses.

Raji cuenta que "incluso viajé a la India a intentar vender la casa de mis abuelos para poder pagar". Y añade: "En marzo del año pasado nos subieron el alquiler de 900 a 5.000 euros, más un aval de 27.000 y una fianza de 9.000. Así es imposible, eso no se pide ni a un negocio nuevo". Valora que "la plaza de la Candelaria está en declive e irá a peor". Denuncia burlas sobre su munisvalía: "Me han llamado cojo, pero no la gente buena". Y amenazas: "Me han dicho estos días que me perdonan la deuda si me voy calladito".

Resume los orígenes del negocio: "Mi padre tenía mucho dinero, emigró de Pakistán a la India tras la separación del país y en una de las dos vueltas al mundo que dieron él y mi madre se enamoró de Tenerife y se lo agradezco. El comercio comenzó especializado en joyas -de ahí el nombre por el lujo de la reina de Egipto- y luego en la electrónica y la informática".

Raji concluye: "Nos han dejado sin el negocio y sin nada, ni qué comer. Pero los amigos ya se han movilizado para que no nos falten ni un techo ni un plato diario".

La Cámara de Comercio y el mutismo

Rayi Vaswani acusa a la Cámara de Comercio del lanzamiento por "falta de humanidad". Señala de forma directa a su presidente, Santiago Sesé, "que siempre tiene prisa", y a su directora general, Lola Pérez, por "prepotente". Esta última, en declaraciones grabadas por El Día TV, señaló: "En principio no hacemos declaraciones sobre un tema que no es directamente de la Cámara, sino de una sociedad en la que tiene parte la Cámara. Es evidente que estas personas tienen una deuda importante". El representante en el lugar de los hechos de la parte demandante tampoco quiso decir nada y también declinaron pronunciarse en el comercio situado justo al lado.