El 70% de los hogares no perciben que les hayan llegado los efectos de la recuperación económica y, en el caso de los que están por debajo del nivel de la pobreza -los que sufrieron más la crisis-, nueve de cada diez no experimenta que esta nueva coyuntura haya mejorado sus condiciones de vida.

Esta es una de las principales conclusiones del informe "Análisis y perspectivas 2017. Desprotección social y estrategias familiares", de la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), que presentó ayer Cáritas.

"No podemos decir que estamos en una situación donde el crecimiento económico ha llegado a las familias. Hemos empobrecido la pobreza", recalcó el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora.

El 47,1% de los encuestados cree que dentro de cinco años estará igual y el 26%, que será peor

El informe demuestra, según Mora, que crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo social, ya que por sí solo "nunca ha evitado ni nunca evitará la pobreza", y consideró que "cuando algunos políticos dicen que la mejor política social es el crecimiento económico no están diciendo la verdad".

El director técnico de Foessa, Francisco Lorenzo, alertó del riesgo que tenemos como sociedad de acostumbrarnos a la precariedad y "pensar que nada va a cambiar", tal y como refleja el hecho de el 47,1% de los encuestados cree que dentro de cinco años estará igual y un 26% cree que su situación empeorará.

En el mismo sentido, Mora lamentó que la situación de los hogares en pobreza y exclusión no sean noticia y advirtió de que "lo hemos naturalizado; somos una sociedad que hemos bajado los brazos y hemos normalizado que la gente lo pase mal y que atentar contra los derechos humanos sea algo pragmático y necesario".