Esencia oriental en el corazón de la capital tinerfeña. Esa es la sensación que destiló anoche el quinteto sirio Broukar en el cierre del ciclo "Pasionari@s" diseñado por la Fundación CajaCanarias. Sonoridad. A partir de esa cualidad maduró el espectáculo que Ahmad Rifai Hambrouch (derviche danzante), Taoufik Mirrkhan (Kanun), Tammam Alramadan (Naï), George Oro (percusión) y Abdulrahman Modawar (voz) levantaron en un Espacio Cultural que cubrió su aforo casi al cien por cien.

Más de un cuarto de hora permaneció inmóvil sobre la madera el derviche danzante antes de empezar a dar vueltas como un trompo. Aguardó que la voz de Adbulrahman Modawar perforara su piel para dar vuelo a las telas. Tradición y religiosidad se fusionan en la puesta en escena de una formación que desde sus orígenes -en el año 2007- ha tratado de favorecer el renacimiento del patrimonio musical de Oriente. Y es que Broukar es algo más que una propuesta musical: la espiritualidad con la que abona sus creaciones no deja indiferente a nadie, especialmente, cuando uno de sus componentes comienza a danzar: sonidos contagiosos que agitar el interior. Algo que no puede faltar en "Pasionari@s".