Más del 90% del desequilibrio energético de la Tierra (EEI) en el sistema climático está secuestrado en el océano y, en consecuencia, el contenido de calor oceánico (OHC) está aumentando.

Durante los últimos 30 años, muchos grupos independientes trabajaron para estimar cambios históricos de OHC, uno de los indicadores más importantes del calentamiento global. Sin embargo, se ha encontrado una gran incertidumbre entre las series temporales globales de OHC publicadas.

Por ejemplo, en la investigación sobre el llamado "hiato" o "desaceleración", diferentes estudios científicos extraen conclusiones muy diferentes sobre la pregunta científica clave, como "¿Dónde está el calor redistribuido en el océano?".

Esto ha motivado a un grupo de científicos a hacer un análisis detallado sobre los cambios de OHC globales y de cuencas oceánicas basados en múltiples conjuntos de datos.

En un estudio publicado en Climate Dynamics, Wang Gong-jie, de la National University of Defence Technology, examinó exhaustivamente el cambio de la OHC en las escalas decadal y multi-decadal y en diferentes cuencas oceánicas. A través de tres diferentes conjuntos de datos oceanográficos objetivamente analizados (Ishii de Japón, EN4 de Met. Office y IAP), encontraron que los océanos se están calentando fuertemente, independientemente de cuáles datos fueron utilizados. Además, el calor entre los océanos globales experimentó una significativa redistribución en las últimas décadas.

Durante 1998-2012, famoso por el período de desaceleración del calentamiento global, todas estas cuencas habían estado acumulando calor, y no había una indicación clara de qué cuenca oceánica dominaba el cambio global de OHC. En otras palabras, a menos de 100 metros de profundidad en el Océano Atlántico y el Océano Austral, y entre 100-300 metros de profundidad en el Pacífico y el Océano Índico, hubo calentamiento estadísticamente significativo y todos contribuyeron al calentamiento global de los océanos.

Los resultados de la discrepancia de estudios anteriores se deben a la diferencia de los rangos de profundidad utilizados en el cálculo de la OHC, así como la incertidumbre en los conjuntos de datos de temperatura subterránea.

¿Por qué hay diferencias sustanciales entre los diferentes conjuntos de datos? Este estudio muestra que el análisis de Ishii subestima la tasa de calentamiento en el hemisferio sur en el siglo pasado. Y el análisis EN4 no puede reconstruir correctamente la temperatura de la superficie del mar durante los últimos 30 años y subestima la tasa de calentamiento en alrededor del 90% en comparación con un conjunto independiente de datos como ERSST y OISST. Esto indica que los análisis de Ishii y EN4 pueden subestimar la tasa de calentamiento del océano.

"En términos generales, será importante que mantengamos sensores de temperatura de alta calidad posicionados a través de los océanos para que en el futuro podamos predecir a dónde va nuestro clima", explica el coautor John P. Abraham, de la Universidad de Saint Thomas, EEUU.