Unos 7.000 vecinos de Ten-Bel, en Arona, sufren la interrupción del suministro de agua corriente desde hace días, según denuncia el presidente de la Agrupación de propietarios Drago, Tomás Expósito. Esta urbanización construida en los años 60 y 70 del siglo XX, inicialmente para un uso turístico, no ha sido recibida por el ayuntamiento debido a las numerosas carencias que presenta, por lo que su suministro de agua depende de una empresa privada contratada por los propietarios y no puede conectarse a la red pública.

Expósito se queja de que los afectados apenas tienen información: "Nos han dicho que se ha producido una rotura, pero ya llevamos cuatro días sin agua. Parece que hoy (por ayer) ha empezado a llegar un poco a algunas comunidades, pero otros seguimos sin agua en casa".

Pese a que formalmente se trata de un problema privado, el Ayuntamiento de Arona se ha reunido con los afectados para tratar de encontrar una solución "dentro de la legalidad".

El concejal de Servicios de Arona, José Luis Gómez, y representantes de la empresa Canaragua, encargada del servicio municipal de aguas, han ofrecido su colaboración para tratar de solucionar un problema "muy complejo", aunque insisten en que no es una competencia suya.

Fuentes del gobierno local recuerdan que "no se puede recibir Ten-Bel porque faltan muchas infraestructuras. La urbanización no está terminada y no se pueden conectar a los servicios públicos". Un buen ejemplo de las carencias existentes es que la mayoría de apartamentos carece de contador de agua, por lo que en la mayoría de las comunidades solo hay un contador general para todas las viviendas. "Y así es imposible cobrar el agua consumida. No podemos conectar la urbanización a la red pública, ya que eso supondría cometer un delito", advierten desde el consistorio.

La próxima semana habrá reuniones entre las comunidades de propietarios y el ayuntamiento para tratar de encontrar soluciones de futuro.