Ocultos del caos y ajenos al bullicio de una de las ciudades más grandes y pobladas del planeta, miles de obreros agujerean el subsuelo de la ciudad de Shanghái haciendo crecer en las raíces de la urbe un sistema de transporte que compite cada año por seguir siendo el mayor metro del mundo.

Cada día, bajo los pies de los más de 30 millones de personas que habitan la considerada capital financiera de China, las tuneladoras trabajan de sol a sol para unir unas estaciones con otras a través de un túnel de 6,76 metros de diámetro.

Según explica Ying Boxuan, ingeniero de lo que será la futura línea 14, primero se construyen las estaciones y después se comienzan a unir unas con otras, con un avance de unos diez metros por día.

Así, en lo que será la estación de Jin Yue Road, en el este de la ciudad, los enormes vestíbulos ya están construidos y unas escaleras todavía color cemento bajan hasta los andenes donde comienza el túnel.

Gracias a enormes grúas, los operarios colocan placas de hormigón con las que sellan el agujero hecho por la tuneladora y, a continuación, instalan los raíles.

En enero de 1993 se inauguraba la primera línea de metro en Shanghái. A finales de 2016, tenía operativos un total de 617 kilómetros formados por 15 líneas y 367 estaciones, incluida la de alta velocidad, el tren conocido como "maglev" que va hasta el Aeropuerto Internacional de Pudong.

Según datos proporcionados por el presidente de la compañía operadora del metro de Shanghái, Shao Weizhong, actualmente hay proyectos de construcción para sumar 216 kilómetros a la red.

Para finales de 2017, tres nuevas líneas de metro que suman 55 kilómetros serán completadas, mientras que para finales de 2020 los kilómetros totales de operatividad superarán los 830 kilómetros.

Con las nuevas líneas, cuenta Shao, se busca corregir los defectos de las ya existentes y en el diseño de su trazado se busca, sobre todo, facilitar el intercambio entre estaciones.

Y es que la sobreexplotación en las horas puntas afecta considerablemente al metro de la ciudad, que se colapsa a primera hora de la mañana y a media tarde.

Los kilómetros de la red no son muestra suficiente de la magnitud de este sistema, como queda de manifiesto con el número de usuarios. En 2016, la media de personas que tomaron el metro fue de 9,28 millones o de veces al día, aunque durante los días laborables alcanzó los 10,65 millones.

Y es muy probable que esta cifra se quede atrás este año, ya que en los seis primeros meses de 2017 ya ha subido a 9,54 millones de personas o veces al día. El récord se alcanzó el pasado 28 de abril con 11,87 millones de personas.

La estación Plaza del Pueblo es la más usada y por ella pasan unas 700.000 personas al día.

El de Shanghái es el sistema de mayor extensión del mundo con 617 kilómetros y el número dos en términos de uso, aseguró Shao, quien dijo que el objetivo a futuro es construir un sistema de metro que sea "seguro, humano, verde, científico e inteligente".

Según el funcionario, el coste de la construcción en los suburbios está entre 500 y 700 millones de yuanes por kilómetro (de 64,5 a 90,2 millones de euros; 73,75 a 103,2 millones de dólares), mientras que en la ciudad, éste se eleva a entre 1.000 y 1.300 millones de yuanes por kilómetro (de 128,98 a 167,68 millones de euros; de 147,5 a 191,76 millones de dólares).

Del dinero que se destina a la inversión, explicó, el 45 % proviene del gobierno municipal de Shanghái y el 55 % restante lo invierten los bancos.

Después, de cada 100 yuanes que ingresan por los billetes, llegan otros 20 más de los anuncios, tiendas y de las empresas de telecomunicación que dan servicio al metro.

Pero la carrera del metro de Shanghái no es solo por superarse a sí mismo sino también por continuar siendo el mayor del mundo por kilómetros de vías, una pugna que establece con la capital Pekín, que también tiene una veintena de proyectos de crecimiento por acabar con un total de más de 350 kilómetros nuevos.

Según funcionarios del gobierno local, 2017 es el mayor año de construcción en la historia del metro de Pekín, que actualmente tiene 574 kilómetros en funcionamiento y atiende a una media de 11 millones de pasajeros diarios.

Para cuando los proyectos en curso finalicen, la longitud total alcanzará los 999 kilómetros y el suburbano capitalino servirá a 18,5 millones de pasajeros diarios.