El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, homenajeó hoy a las 298 víctimas del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, derribado hace tres años en el este de Ucrania, y afirmó en alusión a Rusia que "el agresor-terrorista debe responder por sus crímenes".

"El crimen podría no haber tenido lugar si no fuera por la agresión rusa, la lanzadera de misiles rusa y el misil ruso traídos desde Rusia. Debemos demostrar al agresor-terrorista que debe responder por sus crímenes", escribió Poroshenko en Facebook en el tercer aniversario de la tragedia.

El Equipo de Investigación Conjunto (JIT) liderado por Holanda ha concluido en su informe preliminar que el vuelo fue derribado por un misil Buk de fabricación rusa, traído desde Rusia y disparado desde territorio controlado por los separatistas prorrusos.

Poroshenko rindió homenaje a "las 298 víctimas inocentes del vuelo MH17" y aseguró que cedió la investigación de la tragedia a las autoridades holandesas para evitar que Rusia salga impune.

"Hace unos días hemos firmado un acuerdo entre Ucrania y los Países Bajos que establece el mecanismo para juzgar a los culpables de este crimen. Es nuestra respuesta a las ambiciones geopolíticas de aquellos que intentan impedir al más alto nivel internacional que se conozca la verdad", subrayó.

Mientras, cerca de medio millar de personas participaron hoy en un mitin en la localidad de Grábovo -en territorio de la autoproclamada República Popular de Donetsk- donde cayeron hace tres años los restos del avión derribado, según informó la agencia de noticias de los separatistas prorrusos.

Algunos manifestantes portaron carteles que rezaban "Ucrania, reconoce tu culpa" y "Dadnos la verdad sobre el Boeing".

"Pedimos a los grupos de investigación internacionales que estudien con objetividad este ataque. La Junta de Kiev debe pagar por cada uno de los muertos en el Donbass (este de Ucrania)", dijo durante el mitin el alcalde de la cercana ciudad de Shajtersk, Alexéi Shvidkiy.

El avión de Malaysia Airlines realizaba el vuelo MH17 entre Amsterdam y Kuala Lumpur con 298 personas a bordo cuando fue derribado el 17 de julio de 2014.

Aunque el informe preliminar estableció que el misil fue lanzado desde territorio controlado por los prorruso, hasta el momento no se han presentado cargos contra los supuestos autores de su lanzamiento, a quienes Malasia espera poder imputar a finales de este año.