El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha avisado este lunes de que para resolver la crisis política en Venezuela "no hay una alternativa al diálogo y a la búsqueda del consenso", y ha avisado de que "cualquier alternativa es un conflicto grave, muy grave".

En ese contexto, se ha mostrado crítico con el intento de "excluir" a Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA) --su secretario general, Luis Almagro, ha propuesto suspender a Venezuela como país miembro--, porque cree que "cualquier observador objetivo sabe que el intento de excluir a Venezuela de una organización internacional no va a ayudar".

"Respeto los mecanismos de la OEA pero pienso que debe contribuir a una salida y a un proceso de diálogo que nos lleve a fortalecer en Venezuela todo lo que sea necesario en términos democráticos, que es bastante", ha dicho en una entrevista con el diario chileno ''La Tercera'', recogida por Europa Press.

Zapatero, que forma parte del equipo de mediadores designado por UNASUR (junto al expresidente panameño Martín Torrijos y al dominicano Leonel Fernández), ha definido su labor en Venezuela como "un proceso preventivo de paz" porque considera que "la paz es una condición previa" para que el país pueda llegar a una democracia consolidada.

La entrevista se ha publicado cuando queda apenas una semana para las elecciones a la Asamblea Constituyente que ha convocado el presidente, Nicolás Maduro, y después de que éste haya anunciado que encarcelará a todos los designados miembros del Tribunal Supremo alternativo nombrado por la Asamblea Nacional, dominada por la oposición. Además, el presidente editor del diario venezolano ''El Nacional'' aseguró este domingo en su cuenta de Twitter que Zapatero ha llegado de nuevo a Venezuela.

LAS ELECCIONES PENDIENTES SE CELEBRARÁN

En la entrevista, el ex jefe del Ejecutivo español ha afirmado que, aunque no puede "ser explícito", lo cierto es que "el diálogo ha existido, existe y existirá con todo lo que está cayendo" en el país. En su opinión, aun con todas las dificultades que existan, se van a celebrar "los procesos electorales que hay pendientes, se elegirán gobernadores y alcaldes ahora, y en 2018 serán las presidenciales".

Según ha explicado, la tarea de los mediadores es de "contención" en un país en el que "la tentación al enfrentamiento" está siendo muy fuerte. Pero además, cree que el diálogo es necesario porque "debe haber un consenso básico sobre los principios de convivencia". "De nada servirá una alternativa de gobierno si no se reconocen los unos a los otros", ha advertido.

Con todo, preguntado si ve riesgo de guerra civil, cree que no será así pese a los "momentos muy tensos" que está viviendo el país, sino que se está intentando que "dos bloques enfrentados desde hace dos décadas" puedan abrir ahora "abrir un espacio de concertación sólida, pacífica y democrática".

Zapatero se ha defendido de las críticas que ha recibido su labor por parte de la oposición, recalcando que "un mediador debe tener la capacidad de lograr relación y confianza con el gobierno y con la oposición". Además, ha asegurado que los mediadores han logrado la liberación de 70 personas.

A su modo de ver, la "liberación" de Leopoldo López, "aunque sea con encarcelación domiciliaria, ya es un avance" y ha recordado que la liberación de los presos políticos es uno de los cuatro puntos básicos de la hoja de ruta del diálogo.

Zapatero ha detallado que cuando se reunió con López --en la prisión de Ramo Verde-- hablaron "abiertamente más de dos horas", que le pareció "un hombre con una gran inquietud política" y que lo encontró "físicamente muy bien".

"La reunión entonces iba encaminada a lograr mejoras en su situación y la búsqueda de alternativas a la prisión, pero después todo se complicó", ha afirmado, añadiendo que "hay determinadas cosas que solo se pueden hacer con discreción".