La unidad de España, la necesidad de respetar la democracia y la ley y la oposición al "pluralismo irreconciliable" han protagonizado este martes la tradicional Ofrenda al Apóstol Santiago, un acto en el que también ha habido palabras de recuerdo para los fallecidos en el accidente del Alvia y de apoyo a las víctimas del terrorismo.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha actuado una vez más como delegado regio de este tradicional acto que ha acogido, como cada 25 de julio, la Catedral de Santiago.

Las celebraciones comenzaban, con puntualidad, a las 10,00 horas, con el pase de revista a las tropas desplegadas en la Praza do Obradoiro y, posteriormente, con el saludo a las autoridades, entre las que se encontraban el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, varios conselleiros del Gobierno gallego o el presidente del TSXG, Miguel Ángel Cadenas, entre otras autoridades civiles y militares.

Tras encontrarse con la comitiva religiosa, el oferente y todos los invitados han realizado la tradicional procesión hasta el interior de la basílica Compostelana, aunque en esta ocasión han entrado a la Catedral a través de la puerta de Azabachería y no por el Pórtico de la Gloria.

NO CLAUDICAR ANTE LA DESUNIÓN

En la Ofrenda, el presidente de la Xunta ha pedido al Apóstol Santiago la "voluntad y decisión" necesarias para "no claudicar ante quienes predican la desunión o se abandonan al pesimismo", al tiempo que ha incidido en que "la razón ha de estar respaldada por la ley" y por la democracia.

Durante su intervención, previa a la Homilía, Núñez Feijóo ha dicho que España es hoy "sinónimo de libertad, paz y convivencia", algo a lo que se une "el logro de haber construido una comunidad de ciudadanos y pueblos libres, donde la pluralidad no equivale a desigualdad".

"Necesitamos voluntad y decisión para que esta obra no se malogre por culpa de egoísmos, insolidaridades o frivolidades", ha dicho el presidente, que ha recordado que, para esto, "la razón ha de estar respaldada por la ley, y la ley por la razón". "La obstinación de unos pocos no puede prevalecer contra la sensatez, la lealtad y la solidaridad de muchos", ha zanjado.

Al mismo tiempo, el delegado regio ha puesto su propio papel como presidente de la Xunta como "reflejo" del "íntimo compromiso" de la Corona española con un Estado "que garantiza el autogobierno de sus nacionalidades y regiones". "Esa unidad está permitiendo que estemos superando las consecuencias más dramáticas de la crisis", ha dicho.

ANGROIS, TERRORISMO Y VIOLENCIA MACHISTA

Además de esta cuestión, Núñez Feijóo ha recordado ante el Apóstol que esta fecha estará ya siempre vinculada a las víctimas del "accidente de tren ocurrido en 2013". "Desde aquella fatídica tarde, todos los Días de Galicia quedarán marcados por su recuerdo", ha explicado.

Del mismo modo, también ha querido recordar a las víctimas del terrorismo yihadista y del terrorismo de ETA a través de las figuras de Miguel Ángel Blanco e Ignacio Echeverría, dos "jóvenes de esta tierra" que se "han convertido en símbolos de la fuerza de la razón que lucha contra la razón de la fuerza".

Sobre esta cuestión, Núñez Feijóo ha lamentado que Europa sea "objetivo de una de las peores manifestaciones del odio: el terrorismo", que se "enmascara de forma falaz en ideas religiosas o en tesis nacionalistas" cuando "su única base es el odio al diálogo".

En este punto, el presidente gallego ha indicado que Europa es a día de hoy "no solo una esperanza para los europeos, sino también para muchos habitantes del mundo que necesitan una utopía real donde depositar sus sueños". "A ese sueño aspiran refugiados que huyen de diferentes infiernos terrenales y que han de ser tratados con generosidad", ha dicho Feijóo, para quien "con una política prudente y eficaz de acogida" no suponen "una amenaza".

Para concluir, en un discurso en el que ha cambiado en varias ocasiones entre el gallego y el castellano, el delegado regio ha animado a luchar contra "otra forma de terrorismo", el de la violencia contra las mujeres, que "avergüenza a la sociedad", y ha apostado por vivir la cultura gallega amparándose en "la tradición" que pueda "cohesionar" al pueblo.

EVITAR EL "PLURALISMO IRRECONCILIABLE"

En su homilía de respuesta, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha pedido al Apóstol su intercesión para que los gobernantes "sepan encontrar, en diálogo sereno y respetuoso con la verdad, soluciones a los problemas políticos, sociales y culturales", al tiempo que los ha instado a construir "una verdadera comunidad" que vaya "más allá de un pluralismo irreconciliable".

En una intervención en la que no se ha olvidado de las víctimas del accidente del Alvia en Angrois, ocurrido hace cuatro años, ni de los que sufren terrorismo o cualquier tipo de violencia, monseñor Barrio ha reivindicado la figura de Santiago Apóstol, que "tempranamente entendió que no era la hora de especular si estar a la derecha o a la izquierda del Señor".

Del mismo modo, ha reclamado "vivir y pensar la fe resistiendo a la dictadura del espíritu de la época, que pretende prescindir de Dios en la visión y valoración del mundo". "La percepción equivocada de vivir en un mundo que parece ser del todo obra humana, nos dificulta descubrir la presencia y la bondad del Cristo Creador", ha apostillado.

Al mismo tiempo, ha incidido en que "cuando el hombre se olvida, pospone o rechaza a Dios", todo "parece provisional: el amor, el matrimonio, los compromisos profesionales y cívicos" y "toda normativa ética". Frente a esto, ha apostado por la Fe: "Se cree no a pesar de los escándalos, sino desafiados por estos".

"Cuando hemos alcanzado tantas cosas buenas que nunca habíamos logrado, en España y en Europa, no debemos olvidar el legado de nuestra historia que, junto a aspectos negativos que hay que erradicar, nos ofrece valores e ideales suficientes y necesarios para la construcción de una sociedad solidaria y esperanzada", ha dicho el arzobispo, para quien "la historia espiritual y moral" de Europa en torno a la memoria de Santiago "ofrece más elementos comunes para construir una auténtica comunidad que elementos divergentes".