Con motivo del próximo Día Mundial de la Hepatitis, celebrado mañana 28 de julio, Cruz Roja quiso advertir de que el 90% de las personas desconocen que padecen hepatitis crónica por falta de pruebas diagnósticas.

Esto se agrava al conocer que alrededor de nueve millones de europeos padecen hepatitis B (4,7) o C (3,9) de forma crónica, según se desprende de un informe del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades.

"Se necesita realizar mayores esfuerzos para reducir tanto el sufrimiento como los costes que origina la hepatitis. La Comisión está plenamente comprometida a ampliar nuestros programas de prevención y pruebas para acercarnos a los más vulnerables y reducir las desigualdades sanitarias. No obstante, para abordar las causas subyacentes de la epidemia de hepatitis, necesitamos combinar entre todos estrategias sanitarias, sociales y educativas", señaló el comisario europeo de Sanidad e Inocuidad de los Alimentos, Vytenis Andriukaitis.

La hepatitis es una inflamación del hígado, que se puede curar espontáneamente o evolucionar hacia una lesión crónica. La causa más frecuente es la infección por un virus, aunque también puede ser ocasionada por sustancias tóxicas como el alcohol, otras drogas y algunos medicamentos o ser un síntoma de algunas enfermedades autoinmunes.

Se han identificado cinco virus que provocan hepatitis: A, B, C, D y E, pero no todos se adquieren de la misma manera, ni evolucionan igual. Los tipos A y E se transmiten por la ingestión de agua y alimentos contaminados, aunque también pueden contagiarse por vía sexual, y esta es la principal forma de contagio en los países desarrollados. Los virus B, C y D se contagian a través de la sangre y ocasionalmente por otros líquidos o fluidos corporales.

En el caso de la hepatitis aguda puede pasar desapercibida porque presenta pocos o ningún síntoma. Algunas manifestaciones como la coloración amarillenta de ojos o piel (ictericia), la orina oscura, sensación de cansancio intenso, náuseas, vómitos o dolor abdominal, pueden alertar de esta fase de la infección.

La cronicidad de la infección es la mayor causa de morbilidad y mortalidad de las hepatitis. El cáncer de hígado es el principal motivo de muerte en estos casos.

La hepatitis C es un problema de salud pública mundial en constante aumento. En los países desarrollados su principal vía de contagio es la sexual y en los más pobres la causa más habitual es la administración de inyectables en entornos sanitarios poco seguros. En 2015, los países de la Unión Europea informaron de casi 60.000 nuevos casos diagnosticados de estas dos infecciones, de los cuales 24.573 eran hepatitis B y 34.651 hepatitis C, este último aumentó un 4% respecto a 2014.

Ahora bien, a pesar de este incremento de los casos, una encuesta elaborada por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades ha mostrado "grandes" diferencias entre los países, oscilando la proporción de casos no diagnosticados entre el 45 y el 85% para la hepatitis B y entre el 20 y el 89% para la de tipo C.

En Canarias, 40 casos nuevos cada año

En Canarias cada año se registran 40 casos nuevos de hepatitis C, según la médico internista de Hospital Parque Elena García-Valdecasas, que insistió en la necesidad de sensibilizar a la población sobre la prevención y detección precoz. Además, la médico internista advirtió que "el 60% de los casos de cáncer de hígado y el 40% de los de cirrosis son provocados como consecuencia de la infección por el virus de la hepatitis C".

Extender las pruebas para erradicarla en 2030

El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) instó a extender las pruebas para diagnosticar la hepatitis viral con el fin de conseguir la erradicación de la enfermedad para 2030. Extender las pruebas permitiría tratar a los infectados y reducir el riesgo de transmisión, subrayó el centro y recordó que la hepatitis viral es una "enfermedad silenciosa" que a menudo no presenta síntomas y que, crónica y sin tratamiento, puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado.

"Se necesitan grandes esfuerzos para reducir tanto el sufrimiento como los costes derivados de la hepatitis en Europa", subrayó en un comunicado el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.

El principal problema reside en la detección de casos

"Existen fármacos muy eficaces para tratar a las personas infectadas, pero el principal problema que vemos en Europa es la detección de los casos, ya que hay demasiadas infecciones que permanecen sin diagnosticar", apostilló la directora del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, Andrea Ammon.

Asimismo, prosiguió la directora, otro estudio de dicho organismo ha puesto de manifiesto que menos del 50% de los países de la Unión Europea tienen pruebas específicas de detección de estas infecciones y que, incluso, el porcentaje disminuye aún más cuando se analizan las estimaciones que los estados tienen sobre la población infectada pero no diagnosticada.

Además, el informe ha mostrado una tendencia a la baja de la tasa de notificaciones agudas de casos de hepatitis B, especialmente entre los jóvenes, lo que perjudica al éxito de los programas nacionales de vacunación. Del mismo modo, la notificación de casos de hepatitis C agudo también proporcionan un indicador "poco fiable" de incidencia, ya que la patología suele ser asintomática y los casos agudos son "difíciles" de diagnosticar.