La Audiencia Provincial condenó a Carlos G.G. a una pena de cuatro años de prisión por intento de homicidio y de lesiones leves así como a la prohibición de acercarse a medio kilómetro de lugar donde se encuentre la víctima durante los tres años siguientes a su puesta en libertad y pagarle 5.000 euros por los daños causados.

La Sala da por probado que el procesado acudió a una calle de La Laguna el pasado 11 de enero, acompañado de un menor y de otra persona para hablar con el denunciante. El acusado portaba un cuchillo de diez centímetros que tenía escondido. Una vez que encontró al afectado, lo golpeó y, pese a que la víctima consiguió rodear al agresor por el cuello para inmovilizarlo y que no siguiera golpeándole, el acusado sacó el arma y le asestó un corte en el hemitórax izquierdo. Además, le propinó un puñetazo en la cara al hermano que lo acompañaba, que cayó al suelo. El condenado huyó con el arma, que no fue hallada. La víctima sufrió una herida penetrante de 1,5 centímetros y dos de profundidad, que tocó el pulmón y que tardó 63 días en curar, de los que la mitad no pudo realizar sus labores habituales y uno permaneció hospitalizado. Desde entonces presenta secuelas, como molestias al realizar esfuerzo y un perjuicio estético ligero. El hermano sufrió una herida inciso contusa en el labio superior con inflamación, que tardó en curarse cuatro días, por lo que deberá pagarle 200 euros.

El acusado permanece privado de libertad desde el 13 de enero.

Durante la vista oral admitió los hechos, con lo cual la Fiscalía aceptó rebajar la petición inicial de pena.