El número de muertos en el ataque perpetrado ayer por un grupo de hombres armados en una iglesia de Ozubulu, en el sureste de Nigeria, subió a once, según la Policía, que descartó que se trate de un atentado terrorista.

El ataque se produjo sobre las 5.45 horas (4.45 GMT) del domingo, cuando los atacantes accedieron a la iglesia St.Philips y abrieron fuego contra el centenar de fieles que asistían a una misa.

Aunque en un primer momento se informó de ocho muertos, el comisario de la Policía estatal, Garba Umar, ha elevado la cifra a once, al precisar a medios locales que otras 18 personas resultaron heridas.

Además, descartó la posibilidad de que se tratara de un atentado terrorista, y señaló como posible motivo del tiroteo una pelea entre individuos de la comunidad.

Las autoridades nigerianas ya han abierto una investigación para esclarecer este incidente y detener a los atacantes.

Algunos testigos relataron que en un primer momento los hombres armados dispararon contra un hombre que se encontraba en la iglesia y, posteriormente, empezaron a disparar indiscriminadamente contra el resto de fieles.

El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, condenó a través de un comunicado este "crimen espantoso" y mandó sus condolencias a las familias de las víctimas.

El estado de Anambra, donde se ubica Ozubulu, se encuentra en el sureste del país, donde no suele actuar el grupo terrorista Boko Haram, cuyo feudo se encuentra en la zona norte.