Desde 1994, Loro Parque Fundación ha apoyado financieramente, con más de 17 millones de USD, la conservación de especies amenazadas.

Esta lista acumula 9 especies, que gracias a Loro Parque Fundación y su trabajo conjunto con otras entidades, estando Críticamente Amenazadas han cambiado de categoría de amenaza salvándose así de la extinción.

Un éxito de conservación medioambiental a nivel mundial que coloca a esta ONG española como la más efectiva en conservación a nivel internacional.

La Lista Roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) agrupa en categorías de amenaza a las diferentes especies. Las psitácidas, los loros, es uno de los grupos de aves más amenazados en todo el planeta.

Del Loro Orejiamarillo de Colombia, en 1998 se contaban escasamente 82 ejemplares. Tras el apoyo financiero y técnico de Loro Parque Fundación, con más de 1.500.000 USD, a lo largo de los años, en la actualidad sus poblaciones rondan los 4.000 ejemplares. Cambiando su categoría de En Peligro Crítico a En Peligro.

Este pájaro está ligado directamente a una palmera local de la que habitualmente se extraían sus hojas con motivo de celebraciones religiosas y de tradición cultural. Si la palmera desaparecía se extinguía la especie. Acciones de repoblación, concienciación local de la población y sus autoridades, junto con el uso de nidos artificiales para dar oportunidad a esta especie, lograron un éxito meteórico de la especie que se puede ver ahora en bandadas. A través de la organización local ProAves se implantaron medidas y sistemas que han logrado que sean las personas del lugar las que protejan directamente su valor natural único.

El Guacamayo de Lear, oriundo del Nordeste de Brasil, ha sido víctima de caza, saqueos, destrucción del hábitat y presiones de diferentes tipos en una zona donde las condiciones son extremas. En 1994 el censo no alcanzaba los 200 ejemplares y hoy en día la población asciende a 1.300 individuos, cambiando también de categoría de Amenaza Crítica a sólo En Peligro. Loro Parque Fundación ha apoyado con más de 460.000 USD diferentes acciones para la recuperación de esta especie.

Entre las acciones relevantes está la de la compensación a los agricultores de maíz de la región, que achacaban a esta especie el daño de sus cosechas. La creación de fondos entre diferentes instituciones permite que los cultivadores, una vez demostrados los daños reales, se les abonen las cantidades correspondientes con el compromiso de no aniquilar a los guacamayos que eventualmente pudieran mermar su producción.

Loro Parque Fundación participa en el programa ex - situ para la especie. El Gobierno de Brasil envió en el año 2006 dos parejas incautadas procedentes del tráfico ilegal para que se realizara su reproducción, lográndose al cabo de seis meses el primer resultado de cría que hasta el día de hoy suman 32 ejemplares, de los cuales 9 ya han regresado a su país de origen, formando todos parte de la red de seguridad de la especie en medios controlados.

El Guacamayo Barbaazul, endémico de las amplias llanuras del Beni en Bolivia, es una auténtica joya de la naturaleza que en los años noventa no superaba la cifra de 50 ejemplares. Aunque continúa En Peligro Crítico, las poblaciones que se han podido observar en el vasto territorio donde habitan superan los 250 ejemplares. Una amplia inversión desde el año 1995 hasta hoy, de más de 1.500.000 USD, ha conseguido la sensibilidad de las poblaciones locales frente a esta especie que durante años fue explotada para el uso de sus plumas en tocados tradicionales indígenas. La elaboración de plumas artificiales y talleres, para aprender a confeccionar los tocados, han permitido que miles de guacamayos de diferentes especies en la naturaleza boliviana se hayan visto beneficiados.

Trabajos de campo en conjunto con los actores locales y las instituciones científicas del lugar están logrando un avance importante para esta especie que dada la singularidad del hábitat y su comportamiento exigen un esfuerzo continuado en el tiempo.

La Cacatúa de Filipinas es uno de los proyectos estrella apoyados por Loro Parque Fundación. Gracias a los importantes esfuerzos de la ONG local Katala Foundation el crecimiento de las poblaciones ha sido vertiginoso. De 22 ejemplares en los años 90 a los más de 1.200 en los días que corren. Incluso con la reciente liberación en la naturaleza de 7 ejemplares recuperados desde su más tierna edad del tráfico ilegal. Una de sus más ilustres protagonistas Indira Widman ha recibido recientemente el premio Withley Awards for Nature and Conservation 2017 por la gran labor desempeñada con esta especie que al vivir en islas hace complejas las labores de recuperación y control. Una de las estrategias más ingeniosas desarrolladas ha sido la de entrenar a prisioneros de la cárcel local como guardianes de la naturaleza salvaje así como de antiguos traficantes expoliadores de nidos que son ahora vigilantes de las zonas donde ellos mismos reconocen el diezmo de las poblaciones de esta cacatúa colirroja.

La brasileña Amazona Colirroja es una especie amenazada del bosque tropical atlántico, principalmente de los estados de Sao Paulo y Paraná (con muy pocos individuos en el norte del Estado de Santa Catarina), en el sureste de Brasil. Durante más de una década, Loro Parque Fundación ha venido apoyando las actividades para la conservación de la población silvestre de esta especie, y los esfuerzos realizados han demostrado contundente éxito. En la década de 1980, la población total de la Amazona Colirroja probablemente rondase los escasos 2.500 ejemplares, pero ahora se estima se superan los 9.000 ejemplares, y la categoría de amenaza de la especie se ha reducido de "En Peligro" a "Vulnerable". La mayoría de la población (70%) se encuentra en Paraná, donde la reproducción se da en islas bajas y boscosas a lo largo de la costa. El bosque es susceptible de sufrir perturbaciones, sobre todo por el desarrollo del turismo, y la tala de las especies de árboles que este loro prefiere para su anidación. Por lo tanto, LPF ha apoyado a la SPVS -Sociedade de Pesquisa em Vida Selvagem e Educação Ambiental- para vigilar y proteger sus áreas de reproducción. Involucrar a la población para preservar los árboles de los que depende la especie es un punto vital y es esperanzador ver cómo a corto plazo el uso de nidos artificiales como sistema auxiliar ha dado muy buenos resultados repercutiendo directamente en el aumento de efectivos para la especie.

La Cotorra de Mauricio es la última especie nativa superviviente del género que antes poblaba todas las islas occidentales del Océano Índico. Los periquitos de Mauricio eran comunes en Isla Mauricio, pero comenzaron a declinar en números y distribución geográfica en los mediados de 1800. Por 1986 se estimaba una población de 8 a 12 individuos con solamente tres hembras de edad reproductiva. Este declive era el resultado de la destrucción masiva del hábitat y la degradación que ha resultado en una escasez de árboles nativos que suministraban alimento y de árboles grandes endémicos necesarios como sitios para anidar. El esfuerzo de la recuperación para esta especie fue conducido a través de la Mauritius Wildlife Foundation, con la cual el LPF ha colaborado para ayudar a satisfacer el objetivo principal para establecer una población viable del Periquito de Mauricio en la naturaleza. El programa logró una contribución importante en el crecimiento de la población, que ha alcanzado 188 ejemplares en 2003 (de 8-12 periquitos en 1986). Además había continuas liberaciones con éxito en la naturaleza de periquitos criados en cautividad, y del refuerzo de la reproducción entre los periquitos salvajes y criados en cautividad.