La mañana de ayer fue el límite para algunos comerciantes de la calle Salamanca. Por ejemplo, para el propietario de una conocida tienda de muebles que tomó la decisión de baldear él mismo su trozo de acera porque "hace más un mes que no lo hacen los servicios de limpieza". Lo asegura también Juan Marichal, vocal de comunicación en la AV La Arboleda, quien ejerce de portavoz de la mayoría de los empresarios del entorno y de los propios residentes. El veterano activista social insiste: "He llamado personalmente por activa y por pasiva durante varios días para reclamar el servicio, pero no hay manera de que pasen por aquí con la regularidad necesaria".

Marichal pinta un panorama desolador que empeora cada día: "Basuras por todas partes, pero sobre todo en los márgenes de las aceras y en las pocetas de los árboles, micciones de los perros, excrementos e, incluso, jeringuillas tiradas al alcance de cualquiera. Simplemente, no pasan a limpiar".

Esta situación ha convertido a zonas de la calle principal y de otras adyacentes de este tradicional barrio de Santa Cruz en "islotes de suciedad con manchas negras que resaltan sobre el piche. Puede comprobarlo cualquiera".

La pregunta que se hacen en el barrio de Salamanca es dónde están las cubas de Urbaser que antes, hasta hace apenas unos meses, mantenían una regularidad. Las fuentes apuntan que "hasta ese momento, todos los jueves de madrugada baldeaban Salamanca y todo el Uruguay (o sea, Salamanca Alta). O no tienen personal suficiente o no cumplen las condiciones del pliego del contrato municipal de la limpieza, pero lo cierto es que no están pasando por aquí".

Tampoco por la cercana calle Isla de La Gomera pasa la cuba, pero en este caso la razón es otra: "Porque no cabe, debido a los aparcamientos irregulares en doble fila. No deben estacionar, pero lo hacen y ya es algo relativamente normal. En resumen, que ahí tampoco baldean hace tiempo".

Respecto a los jardines, "el cuidado de los ejemplares vegetales, algunos valiosos y casi parte de la vida cotidianas de la gente como los de la calle Obispo Pérez Cáceres, deja mucho que desear en toda la zona y hay casos en los que simplemente se están muriendo porque no reciben agua hace tiempo".

Un asunto recurrente es el del centro de metadona. Vuelven a valorar los vecinos: "Hay picos, a veces con problemas y otros menos, pero ahí está. Como una sensación de inseguridad entre una población envejecida". Insisten en la posible solución de un reparto itinerante con un vehículo que la lleve por los barrios y no hacerlo en el centro de la asociación San Miguel, ubicado allí.

En Salamanca, asegura Marichal, "nos sentimos ciudadanos de segunda porque carecemos en todo o en parte de servicios básicos como este de la limpieza".

Algunos comerciantes han decidido actuar y limpiar ellos mismos la zona más cercana a su negocio. Provistos de cubos de agua aliviaron ayer "un serio problema, porque la imagen que damos a los clientes es realmente penosa". Salamanca "de las manchas".

La calle Nivaria

Vecinos de la calle Nivaria, en el barrio del Perú, se quejaron ayer de "desidia y desatención". Aseguran que han presentado escritos en la oficina del distrito Salud-La Salle que, "dado el tiempo transcurrido, no parecen haber tenido efecto". Plantean que "la calle presenta niveles de suciedad que ponen en riesgo la salubridad". Las quejas: "Incontables meadas de perros por portales y postes de alumbrado que generan un olor pestilente. También deposiciones de mascotas o de las palomas, que se han refugiado aquí tras ser expulsadas del centro. Los operarios de la limpieza se limitan a barrer". Concluyen: "La calle, donde se han cerrado locales por esto, necesita limpieza y que no sean los propios vecinos los que tengan que baldear las aceras".