Después de haber sido traslado el pasado 1 de julio al Hospital de Dolores por las obras de rehabilitación del Real Santuario, el Cristo de La Laguna regresará por unas horas a la que a lo largo de siglos ha sido su casa el próximo 14 de septiembre, el día grande de sus fiestas. Se resguardará a la entrada del templo y permanecerá allí durante la tarde, hasta que tenga lugar la tradicional procesión nocturna, en la que recorre la ciudad y que incorpora la exhibición de fuegos artificiales.

Estas novedades fueron dadas a conocer ayer por el esclavo mayor, Francisco Doblas González de Aledo, en el transcurso de la rueda de prensa en la que fue descubierto el cartel anunciador de los festejos mayores de la ciudad, obra de Jaime Hernández Vera. "Hemos intentando adecuar los cultos externos a la ubicación en la que se encuentra la imagen, en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, y molestar lo menos posible en las vías de tráfico", expresó el máximo responsable de este colectivo religioso.

La primera de esas modificaciones se producirá el 9 de septiembre, cuando cada año se desarrolla la denominada "procesión del Traslado", en la que la talla es llevada del Santuario a la Catedral a través de la calle Juan de Vera. En este caso, el desfile partirá del antiguo Hospital de Dolores y hará un recorrido por el casco: subirá por San Agustín hasta Ascanio y Nieves, bajará La Carrera, girará en la calle Viana, tomará nuevamente San Agustín y pasará por delante del Orfeón La Paz, cuyo coro siempre interpreta al Crucificado Moreno unos cantos en ofrenda de los que, dijo Aledo, no querían prescindir.

El 14 de septiembre, como es tradición, y pese al reciente cierre, volverá la imagen al Santuario. Tras llegar a la plaza y el desfile militar, el Cristo se quedará en la puerta de la iglesia durante la tarde. Según detalló Francisco Doblas, sopesaron la posibilidad de instalar una carpa para protegerla, pero les han comunicado que se podrá habilitar la entrada del templo para colocar el trono debajo del coro. Concretamente, estará allí hasta que a las 19:30 horas se oficie en la plazoleta situada delante del atrio una misa previa a la procesión y que estará amenizada por el grupo musical Achamán.

La procesión posterior por las calles de Aguere también experimentará algunas variaciones. Dado que el cortejo deberá finalizar en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores -en lugar de en la plaza del Cristo-, la decisión de los organizadores ha sido la de recortar la primera parte del trayecto. Llegará, pues, hasta la Catedral, y no hasta La Concepción, para que los fuegos desde la montaña de San Roque comiencen alrededor de las 22:30 horas y poder estar de vuelta, manifestó el esclavo mayor, a una hora "prudente dentro de lo que cabe": las 23:00 o las 00:00. Una semana más tarde, en la Octava, la ruta del Crucificado Moreno también llegará hasta la plaza.

Por otra parte, Doblas aprovechó el acto para sugerir que no haya dos carteles, como ha ocurrido en los últimos años: el municipal, presentado este viernes, y el de la esclavitud, que verá la luz el 29 de agosto. "Me parece una idea buenísima", respondió el alcalde lagunero, José Alberto Díaz, también presente en la cita, al igual que Hernández Vera y la concejala de Fiestas, Atteneri Falero.

En su intervención, el premio Canarias de Diseño y doctor en Bellas Artes resaltó que optó por una obra clásica basada en la pintura, y añadió que trató de representar la vertiente religiosa con el rostro del Cristo y, además, los fuegos y otros elementos de la rama más popular de los festejos.

El programa organizado por el ayuntamiento será anunciado en una rueda de prensa antes de final de mes, informó el regidor local, y adelantó que el pregón lo leerá el jueves 31 de agosto el periodista y empresario José Carlos Marrero, de quien destacó que es un "lagunero de cuna".