No es la primera vez que iniciamos un artículo de opinión asegurando que tenemos uno de los mejores Estados de Bienestar del mundo. Esto es debido a que este país y los españoles nos hemos sabido blindar como ciudadanos con este sistema eminentemente europeo. Todos nos debemos sentir orgullosos.

Y dentro del Estado de Bienestar, uno de los tres pilares básicos es la sanidad, reconocida como una de las tres primeras del mundo. La sanidad, y dentro de ella algunos parámetros como los trasplantes, es la auténtica marca España, y un factor de cohesión interterritorial único e insuperable, cuya filosofía tendríamos que aplicar a más ámbitos de nuestra sociedad.

Sin duda, uno de los mejores modelos sanitarios del mundo es el español, con los mejores profesionales que existen, y no es nada chovinista sino real, pero cierto es que podemos y debemos intentar mejorarlo en muchos aspectos, y en eso nos centramos. Por eso opinamos que cuanto más ciencia tenga la política, mejor será (la política). Es evidente que necesitamos políticos preparados.

Hace unos días atrás teníamos la oportunidad de leer nuestra tercera tesis doctoral, bajo el título "Percepción social sobre la sanidad de los usuarios y profesionales. Implicaciones en el turismo", dirigida por el profesor en Sociología de la Universidad de La Laguna Manuel Ángel Santana Turégano.

Tuvimos el enorme orgullo de contar con un tribunal a la altura de las circunstancias, presidido por el catedrático de Medicina Física y Farmacología de la Universidad de La Laguna Claudio Otón Sánchez, y formado por los profesores de Sociología de la Universidad de Granada, José Luis Paniza, y Alejandro Mantecón, de la Universidad de Alicante, que definieron el proyecto como sobresaliente. No nos cabe duda de que se trata de un esfuerzo que abre el camino a un amplio abanico de futuras investigaciones que tienen por objeto mejorar nuestro sistema.

Han sido cuatro años bien invertidos en buscar una encuesta validada, que es la clave de las valoraciones sociológicas, y que prioriza en analizar la influencia de la cultura de la evaluación y valorar la confianza que tienen los ciudadanos residentes y no residentes en la sanidad, analizar las diferentes percepciones del sistema sanitario, la cultura sanitaria del trasplante, el turismo y el sistema sanitario.

Este trabajo aporta conocimientos sobre la satisfacción de los usuarios de la sanidad, los trasplantados, la percepción de los profesionales y también las posibles implicaciones del turismo en la sanidad nacional, canaria y tinerfeña.

Sin duda, reflejamos nuestra pasión por la investigación, al igual que ya lo hicimos en la defensa de las tesis de Medicina y Cirugía, y en Ciencias de la Información, dentro del Programa de Nuevas Tendencias de la Información en la Europa Comunitaria con la tesis titulada "Periodismo científico en prensa diaria; aspectos de biomedicina".

Siempre hemos opinado que el centro de la sanidad debe de ser el ciudadano (el paciente) y todo debe de ser y producirse alrededor de los mismos, originando un cambio de sentido, ya que antes era el profesional. Eso hoy en día no es así, ni en la evidencia tampoco.

En nuestra trayectoria hemos respaldado la sanidad pública, donde llevamos casi 40 años, pero tenemos que hacerla entre todos más sostenible para evitar que se nos "gripe". Por eso la ciencia tiene un valor importantísimo y debe tenerlo en la actividad política. Desde luego, nosotros la aplicamos.

Solo se debe hacer en Sanidad lo que evidentemente está demostrado. Es la medicina de la evidencia. Por tanto, la buena voluntad es iluminada y no tiene ninguna cabida. Debemos mimar "el sistema", pero también conociéndolo y apostando por mejorarlo, adaptándolo a los tiempos actuales. Hay que evitar los localismos y se debe hablar no con argumentarios prefabricados, y sí con conocimientos, evitando hacer daños innecesarios. Los cargos no hacen a las personas, pero sí las personas a los cargos. Preparación.

La sanidad del siglo XXI ha de ser personalizada. La implicación de los ciudadanos es una necesidad objetiva del sistema para asegurar el mejor acceso a los bienes sanitarios; por lo tanto, es imprescindible la divulgación en los medios de comunicación y también el conocimiento de los profesionales que trabajan.

No haríamos nada de esto si no fuéramos un resiliente empedernido, confiando en que podemos mejorar lo mejorable, y que todos aportamos. Por ello, no hagamos política con la sanidad, y sí política sanitaria, pero con conocimientos.

*Senador por Tenerife y portavoz del PP en el Ayuntamiento de La Laguna