El 13 de junio arrancó el servicio de audioguías en la Catedral y, dos meses después de aquello, han pasado por el céntrico templo lagunero unos 5.000 turistas, entre los que destacan los de nacionalidad española, alemana y francesa, según apunta el vicedeán, Juan Pedro Rivero.

Concretamente, hasta media mañana del pasado lunes eran 4.980 usuarios los que habían realizado la ruta turística por el interior de la iglesia. De ellos, el 36,81% procedía de España; el 17,56% de Alemania, y el 13,27%, de Francia. Del "podio" hacia abajo, italianos (6,83%), rusos (6,26%), holandeses (3,53%), polacos (2,99%), británicos (2,68%), checos (1,8%), norteamericanos (1,6%) y belgas (1,4%). La lista la completan otras procedencias con datos más reducidos.

"El balance es positivo por muchos motivos", expresa Rivero en declaraciones a este periódico. "El primero es que se ha dignificado el templo, porque la audioguía genera una visita silenciosa y no se produce el ruido de antes", manifiesta el sacerdote, y añade que la Catedral es el "templo madre" de la diócesis y que actualmente sus feligreses la tienen abierta en un horario ininterrumpido, en contraposición a la situación anterior.

¿Y se están cumpliendo las previsiones de visitas? A este respecto, indica el vicedeán que los responsables de prestar el servicio de audioguía prevén que la afluencia de turistas se ha de triplicar para alcanzar los números deseados, pero que la tendencia es ascendente.

Tras un inicio de la actividad no exento de polémica, debido al cobro de las entradas a los no residentes en la provincia, el máximo responsable del Cabildo Catedral en ausencia del deán -que ha hecho un impás en sus obligaciones para realizar una estancia formativa en Roma durante un año- recordó que los diocesanos no tienen que pagar y que solamente son los turistas los que han de abonar la entrada, que es de cinco euros con carácter general, mientras que los mayores de 65 años, grupos de más de 15, minusválidos y menores cuentan con ventajas.