Las autocaravanas o vehículos adaptados como viviendas no podrán estacionar en el casco histórico de Santa Cruz de La Palma y en el resto de vías urbanas de la ciudad se fija un tiempo límite de 48 horas seguidas, según la ordenanza municipal aprobada por el ayuntamiento tras superar sin alegaciones ni sugerencias el período de exposición pública.

El documento prohíbe la acampada libre y determina el plazo para que estos vehículos puedan estar estacionados en las vías urbanas. También se advierte de los deberes de los autocaravanistas y los diferentes tipos de sanciones para los que incumplan la normativa, que oscilan entre los 100 euros para las faltas leves, como aparcar en lugares no permitidos, hasta los 250 euros para las graves, como utilizar para el vaciado de aguas grises y negras lugares no habilitados al efecto o la puesta en marcha de un generador de electricidad entre las 22:00 y las 9:00 horas o durante el día en períodos excesivamente largos a juicio de la Policía Local.

El objetivo de esta ordenanza no es otro que sentar las bases para crear en un futuro zonas para autocaravanas, un proyecto en el que trabaja el Cabildo de La Palma y que debe afectar, en mayor o menor medida, a todos los municipios. Sin embargo, en el caso de la capital apenas se plantean, al menos en principio, dos plazas para que las autocaravanas puedan disponer de todos los servicios que necesitan para la evacuación de las aguas grises y negras y la toma de agua potable, que inicialmente están previstos situar en la zona de las explanadas, aunque sin confirmar. El ayuntamiento se reserva el derecho de aplicar una tasa por el servicio prestado.

A propósito, destacar que la nueva legislación municipal diferencia además claramente entre estar estacionado y acampado. En el primer caso, no debe ocupar más espacio que el reservado para el propio vehículo, sin mesas y sillas, toldos o cualquier otro enser fuera de la autocaravana, no producir emisión alguna de fluidos contaminantes, salvo los propios de la combustión del motor a través del tubo de escape ni llevar a cabo conductas incívicas o insalubres como el vaciado de aguas en la vía pública.

La realidad es que el fenómeno del autocaravanismo sin alcanzar aún un crecimiento excesivo en Santa Cruz de La Palma, sí es cierto que se ha ido incrementando con el paso del tiempo, lo que es más evidente durante la celebración de las fiestas más importantes, por lo que el ayuntamiento ha optado por su regulación para, entre otros aspectos, "establecer la debida rotación y distribución equitativa de los aparcamientos públicos entre todos los usuarios de las vías" en una ciudad donde la falta de estacionamientos es precisamente uno de sus mayores hándicap.