Las llegadas por el mar Mediterráneo de inmigrantes irregulares y refugiados a España han alcanzado los 9.000 casos con los últimos rescates efectuados esta semana, superando ampliamente el número registrado en todo 2016, informó ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El año pasado se contabilizaron 8.162 llegadas, siendo noviembre el mes más intenso con 1.855, según los datos de la organización.

El 9% por ciento de los que están llegando son niños, confirmó por su parte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

"España ha superado (en lo que va del año) todas las llegadas por mar del año pasado", dijo a la prensa el portavoz de la OIM Joel Millman.

Agregó que también el número de fallecidos registrados en la ruta occidental del Mediterráneo desde que empezó este año (121) "ya está muy cerca de lo que fue el total del año pasado" (128).

Sobre la presión que esta situación puede suponer para España, el portavoz de aseguró que "no hemos escuchado nada que nos llame la atención en relación a alguna falta de recursos o malas prácticas".

Sostuvo que los expertos de la OIM presentes en el terreno comentan que "España está viendo algo así como lo que Grecia vio a inicios de 2015 o Italia antes", con series de llegadas cotidianas de embarcaciones ilegales.

Sin embargo, Millman precisó que las pateras que llegan a la costa sur de España no tienen nada que ver en tamaño con las que arriban en Italia, que llevan cientos de ocupantes y en cuyo rescate participan distintos actores, entre ellos los servicios de guardacostas italianos, europeos, la operación europea de salvamento "Tritón" y ONG.