Era el 18 de septiembre de 2001 cuando se materializaba la compra, ante notario, del frente de playa de Las Teresitas, por parte del Ayuntamiento (don Miguel Zerolo y don Manuel Parejo, con presencia del secretario y el interventor) a la Junta de Compensación (representada por don Jerónimo Delgado). Así lo informaba EL DÍA el 19 de septiembre de 2001 en la página 5. Esta adquisición devenía de un acuerdo plenario del ayuntamiento en el que, al decir del auto judicial que ha sentenciado este asunto, el entonces alcalde, Sr. Zerolo, y el concejal de Urbanismo, Sr. Parejo, ocultaron información al resto de concejales para obtener la votación unánime. Y deduzco que no sólo a los concejales, sino también al secretario y al interventor.

He tenido la paciencia de leer, detenidamente, las 169 páginas que constituyen la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife respecto del rollo 19/2016 procedente del Juzgado de Instrucción nº 1. Es toda una pormenorizada exposición de lo acontecido para el enriquecimiento de los señores Plasencia Santos y González Martín a costa del Ayuntamiento de Santa Cruz, o sea, de los ciudadanos de este municipio. Y he de suponer que de alguno más por vía indirecta, pues estas cosas no ocurren sin un toma y daca. Cientos de ejemplos tenemos a lo largo de nuestra democracia que se han venido sustanciando, y siguen, y seguirán, en los tribunales. La corrupción es algo que se nos ha hecho endémico.

De dicha lectura, y por tanto del conocimiento de lo acontecido, se me manifiestan agrios sentimientos respecto de la confianza en ciertas personas. También otras percepciones devenidas de este asunto y otros (entre ellos la sentencia del 11M), y es la no indagación y sanción del delito de perjurio que habría de recaer en testigos que no dicen la verdad. O de quienes han tenido alguna intervención primordial y se van de rositas.

En el asunto de Las Teresitas adquiere importancia el préstamo concedido por el Consejo de Administración de CajaCanarias -la caja de los ahorradores tinerfeños por excelencia- a los señores Plasencia Santos y González Martín, representado este en la solicitud del préstamo por un testaferro. Y adquiere suma importancia la oficialidad dada por el presidente de CajaCanarias a una tasación de TINSA, encargada por los señores Plasencia y González, como si fuera propia de la entidad. Con tal actitud el Sr. Núñez coadyuvaba al engaño perpetrado por los señores Zerolo y Parejo al Pleno municipal. Ciertamente "el Sr. Núñez, presidente de CajaCanarias, reconoció haber recibido cuatro millones de euros del Sr. Plasencia, si bien mantuvo que era un préstamo que le había hecho por amistad". Esto es tener amigos, lo demás es tontería.