Chácaras, tambores, vasijas de barro, todo tipo de elementos elaborados de madera, bordados, piezas de soga, cuero, cestería de mimbres, de la platanera o lana. La Gomera es una Isla donde la artesanía pasó sin demasiadas dificultades de convertirse en un elemento básico de la vida de los antiguos habitantes a ser adquirida por los turistas o vecinos, por su indudable originalidad y autenticidad.

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo Curbelo, apunta como principales objetivo mantener la autenticidad, calidad y originalidad de los elementos artesanales que identifican a la Isla, labor en la que considera que resulta imprescindible que se involucren todas las administraciones.

Recuerda que en la actualidad son muy pocas las personas que pueden vivir exclusivamente de la actividad artesanal. Por ello, desde la Institución insular se ha diseñado una serie de encuentros y actividades por los distintos municipios que sirven, tanto para dar a conocer a estos artesanos y su trabajo, como para proporcionarles ingresos extra. "Nuestra obligación es hacer lo posible para conservar los valores de cada una de las modalidades y que estas piezas sean atractivas para que las adquieran los turistas. Con este fin resulta imprescindible evitar la adulteración e invasión que en ciertas ocasiones se produce", indica.

El grueso de la actividad artesana se localiza en lugares como Vallehermoso aunque existen enclaves concretos como El Cercado o Chipude que se han convertido en el centro de elaboración de productos hechos con barro. Entre ellas destacan las vasijas de claro origen aborigen, uno de los símbolos de la Isla.

Por suerte, no es demasiado lo que se ha perdido y sí bastante lo que se ha conseguido mantener. Prueba del valor de este mundo es que en la actualidad está repleto de nombres extranjeros de personas de otros países que han sabido apreciar la cultura tradicional de La Gomera y se han dedicado a mantenerla. No siempre se trata de artesanía propia en sentido estricto del término sino que en muchas ocasiones se han introducido diversas modificaciones.

Isidro Ortiz no sólo es uno de los principales silbadores de La Gomera sino que su involucración en las tradiciones de la Isla le ha llevado también a elaborar chácaras y tambores entre otros elementos relacionados con la agricultura. Hasta hace muy poco tiempo se dedicaba a estas tareas aunque poco a poco lo ha ido dejando, después de toda una vida vinculado estrechamente a este mundo.

Explica que el secreto para extraer de un tambor o de unas chácaras el sonido preciso no es otro que poner mucho cuidado y cariño en lo que se hace y sobre todo saber tocar estos instrumentos. A partir de ese mágico momento es posible obtener las notas precisas. Recuerda que elaborar cualquiera de estos elementos llevaba varios días de intenso trabajo; incluido buscar la madera, cortarla, darle la curva precisa o hacer la circunferencia, en el caso de los tambores. Otro tanto ocurría con la elaboración del palo. Y todo ello, por un precio que apenas rondaba los doce euros.