A pesar de que las cifras avalan la consolidación de la capital como "producto turístico" dentro de la Isla, el turismo de cruceros no ha acompañado esta vez a redondear el buen momento que, desde el punto de vista turístico, experimenta Santa Cruz.

Entre enero y junio de 2017, el número de cruceristas que han arribado al puerto tinerfeño ha descendido un 11% (22.00 menos que el mismo periodo del año anterior), aunque ha crecido en el global de la provincia.

Sin embargo, y pese a este retroceso, las otras dos grandes fuentes de turistas de las que se nutre la capital, alojados y excursionistas, han amortiguado ese descenso. En el primer caso, por ejemplo, las cifras son similares a las registradas el curso pasado -en torno a los 120.000 el primer semestre-, en el que se concretó un récord absoluto. Este año, la ocupación media en este segmento se sitúa en torno al 61,6%.

Los datos del segundo son, incluso, más positivos que los de 2016. "Son cada día más los que apuestan por Santa Cruz", destaca el concejal de Turismo de la capital, Alfonso Cabello. Y los datos lo avalan.

Hasta junio, el número de excursionistas que se habían desplazado hasta la capital superaba los 780.000, 17.000 más que el mismo periodo que un año antes.

Es más, según el histórico de cifras que maneja el consistorio, este segmento no ha parado de crecer desde que tocó fondo en 2014, con 593.231 personas. A partir de entonces todo ha sido aumento: 695.173 (2015); 763.369 (2016); y 780.522 (2017).

Las cifras globales registradas hasta el pasado mes de junio, con casi un millón cien mil turistas, hacen pensar, según comenta el edil de Turismo y Promoción Económica, que la capital podría cerrar el año 2017 con dos millones de turistas o muy cerca de esa cantidad.

"Confiamos en que en torno a un 27% de los casi seis millones de turistas que visitarán Tenerife visite Santa Cruz", enfatiza Alfonso Cabello.

¿Preocupa el descenso de cruceristas? "La estimación que hacemos es que podemos cerrar el año con 20.000 menos, pero no nos preocupa especialmente porque la apuesta que se está realizando es para que los que llegan lo hagan de otra forma", subraya.

Con ello hace referencia al hecho de que los cruceristas que lleguen al puerto tinerfeño lo hagan como puerto base -y no escala-, pues "generan un gasto mayor en la economía local -traslados, pernoctaciones-".