Aplicar la neurociencia para mejorar la calidad de vida es el objetivo del SPECS, el nuevo grupo de investigación del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), que lidera el científico Paul Verschure y que fue apadrinado ayer en su presentación por el Premio Nobel de Medicina de 2014, Edvard Moser.

El SPECS, que hasta ahora trabajaba de la mano de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), pasará ahora a integrar el IBEC, donde desarrollará tecnologías para hacer frente al envejecimiento en la población, a través de avances en sensores mínimamente invasivos, tratamiento de señales, análisis de datos o robótica.

En concreto, las actividades de este grupo de investigación, donde participan científicos de distintas disciplinas, giran en torno a tres dimensiones complementarias: la teoría de la mente y el cerebro, los dispositivos biomiméticos, y la reparación cerebral y las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida.

"En nuestro programa estamos analizando todo un abanico de casos de neuroingeniería, neuroeducación, neurorrobótica, neuroestética, neurorrehabilitación, etc. No se trata solo de construir herramientas para la neurociencia, sino avanzar y hacer progresar la condición humana a través de la neurociencia", explicó Verschure.

Por este motivo el SPECS (del inglés Synthetic Perceptive, Emotive and Cognitive Systems) desarrolla hoy en día distintos proyectos de aplicación de la neuroingeniería en colaboración con los hospitales barceloneses de Vall d''Hebron y l''Esperança y el hospital de Parc Taulí, en Sabadell (Barcelona).

Uno de estos proyectos, el "Rehabilitation Gaming System", utiliza técnicas de realidad virtual y juegos de vídeo para trabajar en la rehabilitación y recuperación después de un accidente cerebrovascular, epilepsia y otras enfermedades cerebrales, y ya se está poniendo en práctica en los hospitales colaboradores. "Tomamos nuestra ciencia del cerebro y ponemos a prueba estas teorías en el mundo real. Nuestro trabajo se basa en dos reglas: si puedes entenderlo, puedes arreglarlo; y si puedes entenderlo, puedes crearlo", dijo Verschure. El SPECS también explora las relaciones entre la inteligencia artificial y los seres humanos, pues "los robots del futuro, que para nosotros son como colaboradores, actúan cada vez más de forma similar a nosotros y estamos intentando hacer que actúen con cerebros", señaló. El premio Nobel Edvard Moser destacó: "los ordenadores han comenzado a aprender por sí mismos y a hacer cosas que nunca habríamos imaginado, como reconocer rostros. Este tipo de características propias del cerebro, que ahora tienen los ordenadores, nos permite entender cómo funciona nuestro cerebro".