La Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa) ha enviado hoy un comunicado en el que asegura que cumple sus deberes para la correcta gestión y tratamiento de vertidos de aguas residuales al mar, en sintonía con el compromiso último del Ayuntamiento de erradicarlos por completo el año 2020.

Emmasa ha señalado en la nota que de las seis infraestructuras que gestiona directamente la empresa, tres cuentan con las autorizaciones correspondientes y las otras tres están pendientes de resolución por parte de la Viceconsejería de Medio Ambiente o de la Dirección General de Costas del Gobierno central.

La empresa ha agregado que ha presentado, en algunos casos desde el año 2015, la documentación necesaria para la autorización de los vertidos en tramitación.

En concreto, la empresa gestiona seis puntos de vertidos en el municipio: Igueste de San Andrés, la EPBAR de Cabo Llanos, la conducción de aguas abajo de la calle Anatolio Fuentes, Acorán y Añaza.

De estas infraestructuras, se encuentran autorizadas Cabo Llanos, Acorán y Añaza, mientras que San Andrés, Igueste y la Conducción de Anatolio Fuentes se encuentran en trámite de autorización, habiéndose entregado por parte municipal toda la documentación necesaria.

En el caso de San Andrés, la autorización se encuentra en trámite desde el mes de septiembre de 2014, pendiente ahora de la decisión de Costas para la concesión de ocupación del dominio público marítimo-terrestre, una vez que la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias ha dado su visto bueno.

En concreto, en la actualidad se están ejecutando las obras del proyecto de la reubicación y mejora de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales de San Andrés.

El coste total de la obra asciende a 674.277 euros, importe recogido en el convenio de inversión existente entre el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y SACYR.

Esta obra permitirá la ubicación de la estación fuera de Dominio Público marítimo terrestre y del entorno del BIC del Castillo de San Andrés, consiguiendo además una integración paisajística con el entorno.

Del mismo modo, se mejorará la capacidad de la estación para hacer frente a situaciones de fuertes precipitaciones, al contar con un sistema de alivio de emergencia a barranco por gravedad de las aguas pluviales previo a la estación que limitará el caudal de entrada a la misma, asegurando el buen funcionamiento de la estación ante este tipo de situaciones.

La documentación aportada por la empresa también incluye una modelización del vertido, que determina el cumplimiento de las normas de calidad ambiental y de aguas de baño por su proximidad a la playa de las Teresitas.

En cuanto a Igueste de San Andrés, se encuentra, según Emmasa, en trámite desde noviembre del año pasado.

En la actualidad se ha culminado el período de exposición pública y se está en fase de contestación a una alegación recibida, si bien la documentación aportada cuenta con el visto bueno de la Viceconsejería de Medio Ambiente.

En este caso, se trata de ejecutar un pretratamiento y cambio en la disposición de conducción de desagüe.

Por lo que respecta a Anatolio Fuentes, la autorización está pendiente desde mayo de 2015 y en la actualidad la Viceconsejería de Medio Ambiente estudia el expediente.

Se da la circunstancia de que en este punto solo se produce vertido al mar a través de la conducción existente en períodos húmedos.

Lo que se pretende en este punto es que cuando se produzca el vertido de agua, ésta será previamente sometida a tratamiento de terciario tras proceso de depuración, que consiste en una ultrafiltración del agua ya depurada que consigue calidades aptas para su reutilización en riego agrícola.

Los otros tres puntos de vertido cuentan con las pertinentes autorizaciones y, en el caso concreto de Acorán, el emisario está reparado desde el primer semestre del año pasado.

Respecto a los parámetros de calidad, se cumple con el plan de vigilancia exigido por la autorización.

En el caso de Añaza, ha precisado la empresa, se ha solicitado una modificación de la autorización vigente relacionada con el caudal.

En relación al supuesto cobro de subvenciones para el tratamiento de aguas residuales, la empresa ha afirmado que no recibe ayudas por este concepto "de ningún modo".

Emmasa ha aclarado que factura a los clientes lo establecido en la ordenanza fiscal de depuración, norma cuyo hecho imponible es, precisamente, la prestación del servicio de depuración o vertido de aguas pluviales, negras y residuales procedentes de la red de alcantarillado municipal.

"Otra cosa diferente es que la empresa reciba, como lo hace, una prestación por parte de Teidagua en concepto de tratamiento de depuración de las aguas que, procedentes de La Laguna, se realiza en la Estación Depuradora de Buenos Aires, radicada en Santa Cruz", ha agregado.