Los músicos callejeros solo actuarán en el casco de La Laguna en ubicaciones determinadas (aún por fijar) y habrá un número máximo de estos con autorización municipal. Esas son las fórmulas sobre las que está trabajando el ayuntamiento para conciliar los intereses de vecinos y artistas, según informó el consistorio en una nota tras la reunión que mantuvo ayer el alcalde, José Alberto Díaz, con dos representantes del colectivo.

En una semana marcada por la presencia de Abubukaka en las fiestas del Cristo, el encuentro se produjo después de que la víspera volviese a haber polémica en las redes sociales. Y es que circuló por Facebook, y sobre todo por WhatsApp, una convocatoria de protesta en la plaza del Adelantado para este jueves ante el malestar de los músicos callejeros locales por actuaciones policiales (motivadas por unas denuncias) sobre ellos. Al final las aguas se calmaron y no hubo concentración.

Con Díaz y el concejal de Seguridad Ciudadana, Jonathan Domínguez, se sentaron dos de las caras más conocidas de este sector artístico: Fran Baraja y Simone Turinese, que explicaron tras la cita que no estaba entre sus planes realizar una manifestación, sino que tenían una reunión con la Concejalía de Fiestas y que querían que acudiesen más compañeros para demostrar que aquello no era una reivindicación de personas aisladas. Pero pasó a las redes y tomó otra dimensión... Sea como fuere, Turinese agradeció ese apoyo social que recibieron.

Ambos artistas pusieron de relieve que apreciaron "disponibilidad" durante el encuentro, así como que esperan que esta solución sea la definitiva. "Las autoridades han demostrado consciencia de que la música es un motivo de orgullo para La Laguna", resaltó Turinese, un italiano afincado en la ciudad desde hace cinco años y que toca en Loop''n Loompa junto a Emilio Cedrés.

"Pedimos ser legales y que nos ampare la ley", indicó Baraja, que también defendió que quienes actúan frecuentemente en el centro histórico respetan las normas de convivencia. Otra de las ideas en las que se detuvo fue en el compromiso artístico con las actividades musicales y culturales que se desarrollan, así como con la dinamización y el sector comercial. "Nosotros estamos en la calle por amor al arte y, a partir de ahí, nos salen actuaciones en las que nos contratan y pagamos impuestos", puntualizó, después de algunos comentarios publicados en las redes sociales sobre la situación laboral del colectivo, un músico con diez años de trayectoria en las calles de la vieja Aguere, actualmente con el grupo llamado Fran Baraja y la Parranda Blues Band.

Hoy está prevista una nueva cita entre las partes para comentar posibles emplazamientos y concretar la cifra total de permisos que se otorgarán para esa nueva regulación en el marco de la Ordenanza Municipal de Convivencia.