El área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife responde a las críticas de la Asociación de Cereales de Tenerife (Acete) por la pérdida del 70% de la cosecha de trigo de la Isla, tras 22 días de prohibición de recolectar con maquinaria agrícola debido a las altas temperaturas y el riesgo de incendio, que "cualquier decisión en contra de los criterios técnicos habría supuesto una imprudencia temeraria en caso de incendio".

El área insular recuerda que "las situaciones de alerta máxima por altas temperaturas en la categoría de Grado de Incendio Forestal (GIF) de nivel 6, como las decretadas por el Gobierno de Canarias este verano, obligan siempre a suspender todo tipo de actividad que pueda provocar un incendio".

La institución insular subraya que "los criterios técnicos prevalecen en estas situaciones y son esas directrices las que en esta ocasión establecen que es necesario eliminar cualquier riesgo porque las consecuencias medioambientales hubieran sido irreparables y de un valor incalculable".

"Aunque sean decisiones difíciles de tomar porque hay muchos colectivos que pueden verse afectados", explica Medio Ambiente, "es importante entender que este grado de alerta obliga, sin excepciones, a evitar situaciones que causen pérdidas irreparables o que pongan en riesgo a la ciudadanía".

El Cabildo reconoce que "se recibieron varias llamadas de la Acete, informando de la situación del colectivo, al que se explicó que el grado de incendio forestal decretado obliga a paralizar todos los trabajos, sin excepción". Asimismo, explica que aunque Acete ofreció diferentes alternativas para llevar a cabo la recogida de la cosecha, "ninguna garantizaba la seguridad desde el punto de vista técnico, por la forma de desarrollar el trabajo".

El Área de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Seguridad asegura que quiere mostrar su "sensibilidad hacia los agricultores que han sufrido las pérdidas de su cosecha, así como con el resto de colectivos que se han visto afectados por estas medidas". Además, lamenta que "hayan coincidido en un corto periodo de tiempo un valor GIF superior a 6, algo que hacía más de cinco años que no se registraba, con varias olas de calor muy próximas en el tiempo y durante el periodo de siega".

las claves

El área insular de Medio Ambiente señala que "la seguridad y los criterios técnicos deben cumplirse de manera estricta para evitar cualquier catástrofe".

El Cabildo asegura que las directrices técnicas estuvieron coordinadas con el área de Agricultura, "que estaba al tanto de la alerta y del riesgo de autorizar el uso de la cosechadora para recoger trigo".

El Ayuntamiento de Los Realejos, a través de su alcalde accidental, Adolfo González (PP), exige al Cabildo de Tenerife "responsabilidades e indemnizaciones por las pérdidas del cereal en el núcleo realejero de Icod el Alto, principal productor de la Isla", y condena que "se hayan ignorado las advertencias de cosecheros y asociaciones agrícolas sobre el riesgo para la producción y se hayan menospreciado las ayudas planteadas por los ayuntamientos".

El edil realejero recuerda que "el área insular de Medio Ambiente no permitió la recolección en los días programados y habituales para la cosecha, argumentando posibles riesgos por ola de calor, pero sin atender a las alternativas planteadas".

González manifiesta que "en varias ocasiones este ayuntamiento planteó y ofreció el acompañamiento y presencia permanente de un retén con un camión cuba de agua y efectivos personales de bomberos voluntarios en las zonas de cultivo durante las tareas".

El edil de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Los Realejos, Alexis Hernández, lamenta que "se generalizó la prohibición hasta tal punto que ni siquiera se permitió recolectar en zonas más bajas de este núcleo, alejadas de entornos forestales". Por ello, González anuncia que "desde Los Realejos vamos a exigir, en coordinación con Acete, indemnizaciones para los agricultores perjudicados".