El policía Juan Jiménez fue hallado hoy finalmente muerto, tras quedar sepultado bajo el Palacio Municipal de Juchitán de Zaragoza, el municipio del estado sureño de Oaxaca que más padeció la fuerza del terremoto que sacudió el jueves México.

El hallazgo del cadáver se produjo sobre las 13.00 hora local (18.00 GMT), cuando miembros del equipo de rescate de la Secretaría de Marina encontraron a Jiménez, de 36 años.

Hoy mismo su hermana Margarita había expresado la "esperanza" de hallarlo con vida bajo los escombros.

Emocionada, había explicado que los equipos de rescate les pedían que no desesperaran, pues la retirada se escombros se debía hacer con sumo cuidado para no causarle daños si estaba vivo.

Una vez localizado el cadáver, las autoridades avisaron a los familiares.

Posteriormente, sacaron el cuerpo de entre los escombros en una camilla y cubierto con una sábana.

Según explicaron, se encontraba sentado en una silla, en su lugar de trabajo, cuando el techo se derrumbó.

Jiménez, quien se unió a la Policía Municipal hace dieciséis años, es la 37 víctima mortal del terremoto en Juchitán, el municipio más afectado por el seísmo de magnitud 8,2 en la escala de Richter, el mayor desde 1932 en México y que acabó con la vida de más de 60 personas.