Investigadores del Kliniken Essen Mitte Evang (Alemania) han constatado que el impacto psicosocial que tiene la quimioterapia en los pacientes con cáncer es más acusado que los efectos secundarios provocados por este tratamiento, como las náuseas o los vómitos, que hasta ahora era lo que más preocupaba a estos enfermos.

Así se desprende de los resultados preliminares de un estudio presentado durante el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés) que se está celebrando en Madrid, en el que participan más de 23.000 profesionales de más de 130 países. Los efectos secundarios de la quimioterapia afectan seriamente a la calidad de vida de los pacientes con cáncer y su manejo a largo plazo es un tema que siempre ha preocupado a los oncólogos.

Sin embargo, este estudio muestra como la percepción de los pacientes sobre los efectos secundarios ha cambiado en los últimos 20 años, e incluso también a lo largo del tratamiento. "El análisis más reciente que teníamos se remontaba a 2002, por lo que sentimos que era el momento de recopilar nuevos datos e incluso actualizar el formato de las encuestas", según reconoce Beyhan Ataseven, principal investigadora del estudio, para saber qué es lo que más preocupa a los pacientes cuando reciben este tratamiento. Para su estudio longitudinal incluyeron a 141 pacientes con cáncer de ovario o mama, a las que entrevistaron antes, durante y después de su tratamiento con quimioterapia. Se les preguntó por 10 efectos secundarios, físicos y psicosociales, para que eligieran los cinco que más impacto tenían en su día a día, de mayor a menor.

"Lo que encontramos es que, por un lado, los efectos secundarios como náuseas y vómitos ya no son un problema importante para los pacientes", según Ataseven, que lo atribuye a que las quimioterapias más modernas han logrado corregir estos aspectos. En cambio, otros problemas físicos, como la pérdida de cabello, siguen siendo un problema persistente, que afecta sobre todo a los pacientes al inicio de sus tratamientos. "Pero con el paso del tiempo los pacientes se acostumbran a esto y, sin embargo, sus preocupaciones cambian y otros efectos secundarios se vuelven más significativos", explica esta experta.

Así, vieron que los efectos secundarios que más preocuparon fueron los problemas de sueño, que además se van agravando con el tiempo, y la ansiedad por cómo puede estar afectando la enfermedad a sus parejas.