Las intrusiones de calima o polvo del desierto del Sahara que llegan tanto a Europa como al Atlántico las determinan las ondas de Rossby, que a más de 10 kilómetros de altura circulan alrededor de la Tierra, normalmente por encima de los 50 grados de latitud.

Así lo ha explicado Emilio Cuevas, director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, de la Aemet, quien ha señalado que esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores del centro de Izaña, del Centro de Predicción y Evaluación de Tormentas de Polvo y Arena (AEMET-BSC), del Centro Nacional de Supercomputación (BSC) y de la Universidad Europea de Canarias.

El trabajo ha sido para estudiar los procesos atmosféricos que ocasionan las variaciones temporales de las intrusiones de polvo sobre el Atlántico norte subtropical y el Mediterráneo.

Emilio Cuevas ha comentado que parece curioso que el proceso que determina las variaciones temporales de esas intrusiones esté a una altura "tremenda", y ha añadido que las ondas de Rossby posiblemente también juegan un papel decisivo en las olas de calor, por lo que los investigadores han iniciado un estudio para conocer la respuesta.

El director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña ha indicado que las salidas de polvo desde el desierto del Sahara no se producen de forma continua, si no a modo del pulsos que tienen lugar en un periodo que va de diez a treinta días.

El estudio se ha realizado durante el verano, debido a que es la época en la que se producen las intrusiones de polvo más importantes, tanto hacia el Atlántico como hacia Europa.

Para llevar a cabo este trabajo los investigadores han utilizado un índice que ellos habían desarrollado y con el que se da cuenta de la variación de la cantidad de polvo del desierto que sale del Sahara.

Este índice lo denominan NAFDI (Intensidad del Dipolo Norte Africano) y se define como la diferencia de la anomalía de la altura del nivel de 700 hPa (unos 3000 metros sobre el nivel del mar) entre las regiones subtropical (Marruecos) y tropical (Nigeria) del norte de África.

Cuanto más positivo es este índice más polvo sale hacia el Atlántico, y cuanto más negativo más polvo es exportado hacia el Mediterráneo.

Los investigadores usaron para este trabajo otro sistema atmosférico, conocido como baja térmica sahariana (SHL, del inglés Saharan Heat Low), que es una zona de bajas presiones con una temperatura muy alta que cubre gran parte del Sahara central y occidental.

Este sistema, que se caracteriza por un calentamiento "tremendo" del suelo, determina a su vez la intensidad y la posición de las emisiones de polvo sobre el Sahara.

Estos investigadores también desarrollaron un índice que da cuenta de los desplazamientos hacia el oeste y hacia el este de la baja térmica Sahariana.

Al ligar el índice NAFDI con lo que ocurre en la baja térmica sahariana los investigadores comprobaron que la respuesta a por qué las intrusiones de polvo a veces tienen lugar preferentemente sobre el Atlántico subtropical y en otras ocasiones sobre el Mediterráneo, la tienen las ondas de Rossby.

Estas oscilaciones planetarias se caracterizan por una gran longitud de onda y una amplitud notable, y reciben el nombre del meteorólogo estadounidense de origen sueco Carl-Gustaf Arvid Rossby, que fue quien explicó por primera vez los movimientos atmosféricos de gran escala en términos de física de fluidos.

Las ondas de Rossby, básicamente circundan la atmósfera terrestre por encima de 50 grados en ambos hemisferios.

Sin embargo, estas ondas, con cierta regularidad, se pueden desplazar hacia el sur y perturbar la atmósfera en niveles más bajos, llegando a impactar el norte de África.

Cuando esto sucede, modifican el índice NAFDI, y éste a su vez la posición de la baja térmica sahariana, y con ello las emisiones de polvo y su transporte fuera de África, ha agregado el director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña.