Llega septiembre y muchos padres se echan las manos a la cabeza ante la llegada de los piojos. Aunque se trata de un problema muy común, los falsos mitos e ideas erróneas sobre estos parásitos siguen constituyendo un obstáculo para su prevención y tratamiento. Una de las falsas creencias es la que afirma que los piojos invaden solo las cabezas sucias. Según Eduardo González Zorzano, experto del departamento Médico de Cinfa, "la falta de higiene no es un factor de riesgo, dado que estos parásitos van al pelo limpio igual o más que al pelo sucio. Por eso, no hemos de avergonzarnos si nuestro hijo tiene piojos, sino notificarlo al colegio para que tome las medidas necesarias y se pueda prevenir el contagio".

Tampoco es cierto que estos insectos vuelen o salten, sino que, simplemente, se aferran al pelo y se desplazan rápidamente de una cabeza infestada a otra sana. Y, al contrario de lo que se piensa, no se contagian dentro del agua -por ejemplo, en la piscina-, aunque sí puede producirse si se comparten toallas, peines y horquillas.

El experto de Cinfa incide en la importancia de distinguir y usar bien los productos para este problema, ya que "los pediculicidas tan solo deben utilizarse una vez que se ha producido la infestación, para evitar la generación de resistencias. Si lo que queremos es prevenir, lo más conveniente es utilizar repelentes específicos de piojos, que son productos distintos".

Antes de aplicar pediculicidas, resulta fundamental leer las instrucciones del fabricante o consultar al farmacéutico para despejar dudas; y, sobre todo, como explica González Zorzano, "examinar el cabello con una lendrera y arrastrar los piojos mechón a mechón. Para ello, podemos colocar una toalla blanca sobre los hombros del niño, de manera que veamos cuando caigan". Después, debe aplicarse sobre el cabello seco, mediante un masaje, el champú, loción o espuma pediculicida. Tras lavar y aclarar, dejaremos secar el pelo al aire, nunca con secador, ya que el calor inactiva el efecto insecticida residual del producto. Para terminar, pasaremos de nuevo una lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres. "Es fundamental repetir toda la operación una semana después, porque solo así nos aseguraremos de haber eliminado todos los piojos y liendres. Con que haya quedado uno, es suficiente para que se reproduzcan de nuevo", concluye.

Preguntas frecuentes

¿Se puede prevenir una infestación de piojos? Sí. Para ello, se debe vigilar constantemente la cabeza de los niños. Sobre todo, conviene revisar el cabello con la lendrera cuando se sepa de algún brote de piojos en el colegio. Si confirmamos que no tiene y sabemos que en su entorno sí los hay, podemos recurrir a repelentes específicos de piojos de venta en farmacias. No se debe usar un pediculicida si no se confirma que existen piojos, ya que podríamos generar resistencias. Si un hijo tiene piojos y el otro no, se debe evitar el contacto entre las cabezas y que compartan objetos que tengan contacto con el cabello. Luego, inspeccionaremos las prendas de ropa, toallas, gorros, etc., que puedan haber compartido. Siempre que sea posible, se debe lavar la ropa del niño infestado a una temperatura superior a 60 grados. Los peines, horquillas y cepillos debemos sumergirlos en agua hirviendo y aspiraremos toda la casa. Por último, introduciremos los juguetes y peluches del niño afectado en una bolsa hermética durante tres días: dado que los piojos se alimentan cada 4-6 horas de la sangre del huésped, no pueden vivir tanto tiempo aislados y morirán. ¿Es posible contagiarse en las piscinas? Cuando los piojos están dentro del agua, sea en el mar, piscina o ducha, entran en un estado de animación suspendida, pero se mantienen firmemente agarrados al cabello, tratando de sobrevivir. Por lo tanto, es improbable que los piojos se transmitan en el agua, pero sí podemos contagiarnos al compartir toallas o guardar artículos personales y ropa cerca de objetos infectados. ¿Los animales de compañía pueden transmitir piojos? No, los piojos solo pueden vivir en la cabeza de las personas. Son parásitos humanos. ¿Se dan más en niños o en niñas? Suelen transmitirse más entre las niñas, no porque tengan el pelo más largo, sino por los juegos que suelen realizar, en los que están más juntas y abrazadas, y porque comparten horquillas, coleteros o peines.