Agentes de la Policía Local de Castellón detuvieron el domingo por la tarde a un hombre de 37 años por un presunto delito de violencia doméstica tras supuestamente agredir a su hija de 16 años en el domicilio familiar situado en la avenida Burriana.

Los hechos se produjeron sobre las 12.25 horas, cuando el Centro Integral Municipal de Seguridad y Emergencias 092 recibió la llamada de un vecino "muy nervioso" que alertaba de una fuerte pelea en el interior de un domicilio ubicado en la avenida Burriana.

Según la persona que llamó a la Sala 092, se oían fuertes golpes y gritos provenientes de dicha vivienda y se escuchaba a una joven pedir auxilio.

Hasta el lugar se acercaron inmediatamente dos patrullas pertenecientes al Grupo de Intervención de Proximidad (GIP), cuyos agentes, al llegar al inmueble donde presumiblemente se estaba produciendo la pelea, oyeron desde las escaleras de acceso que efectivamente se estaba produciendo un altercado en un octavo piso.

Los agentes llamaron insistentemente a la puerta de dicho domicilio y finalmente les abrió un hombre que inmediatamente invitó a los agentes a que entraran en la vivienda, ya que su hermano estaba "muy agresivo" y estaba manteniendo una fuerte discusión con su hija.

Los policías, al acceder a la vivienda, encontraron a un varón "muy alterado" que discutía acaloradamente con una menor, que presentaba sangre en la nariz y un golpe en el ojo derecho. Los agentes mediaron rápidamente en la discusión y separaron a padre e hija en dos habitaciones diferentes del domicilio familiar.

Los policías preguntaron en primer lugar al padre qué había pasado, contestando éste que estaba regañando a su hija por cuestiones personales. Por su parte, la hija, que se encontraba "asustada y sollozando", declaró a los agentes que su padre se había enfadado mucho por una situación familiar y por ese motivo había comenzado a agredirla con puñetazos y patadas.

Además, la menor manifestó a los policías que no era la primera vez que era agredida por su padre en esos términos, que desde pequeña le estaba maltratando psicológicamente y que su madre se separó de su padre porque sufría también malos tratos, aunque no llegó nunca a denunciarlos.

A la vista de las heridas que presentaba la víctima y sus manifestaciones, los agentes procedieron a la detención del padre. La hija agredida fue trasladada por una patrulla de la Policía Local hasta un centro médico donde los facultativos médicos procedieron a la cura de sus lesiones.

Tras recibir el correspondiente parte de lesiones, la menor acudió en compañía de un familiar a formular la correspondiente denuncia por todos los hechos ocurridos en el domicilio familiar.