El Gobierno austríaco rechaza la propuesta del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, de que todos los socios de la UE asuman el euro, ya que considera que esa ampliación podría generar nuevas crisis como la ocurrida con Grecia, informó hoy la emisora pública Ö1.

La idea de Jüncker ha sido calificada de irrealizable tanto por el canciller socialdemócrata, Christian Kern, como por el ministro de Exteriores, el conservador Sebastian Kurz, los dos candidatos con más opciones de ganar las elecciones anticipadas del próximo 15 de octubre.

Kern puso como condición indispensable para entrar en el euro que se cumplan los criterios de convergencia de Maastricht, como la inflación, la deuda y el déficit, y reclamó más esfuerzos contra la evasión fiscal o la competencia desleal en materia de salarios.

"Mientras eso no se realice, no tiene ningún sentido una ampliación de la eurozona", dijo el jefe del Gobierno en unas declaraciones recogidas hoy por la emisora pública Ö1.

Kern se refirió a Grecia al señalar que "se ha visto qué ocurre cuando se admite a países que cumplen esos criterios sólo hasta cierto punto".

"Al final, sólo aumentan los problemas y no la cooperación europea", advirtió.

También Kurz puso condición a la entrada en la eurozona el cumplimiento de los criterios y dijo que hay que evitar "que vuelva a darse una situación como la de Grecia".

Juncker planteó ayer en su discurso sobre el estado de la Unión que todos los países de la UE asuman el euro como moneda y entren en el espacio Schengen de libre circulación, como medida disuasoria para evitar nuevos "brexit", pensada especialmente para los países más al este de la UE.