Dos personas, en esta caso mujeres, se encuentran en el escenario, un espacio vacío y libre, y fusionan sus cuerpos desnudos en un sutil diálogo en el que surgen encuentros y desencuentros. El cuerpo se presenta como contenedor y espejo de los sentimientos que le atraviesan. Esa es la esencia del espectáculo "Anatomía del sentimiento", que volverán a interpretar hoy, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Victoria de la capital tinerfeña, la bailarina costarricense Lucía Marote (1980) y la brasileña Poliana Lima (1983).

Esta coreografía, seleccionada por la Red de Teatro Alternativo de España, plantea una singular reflexión sobre el dolor provocado por la pérdida. Se trata de recorrer un camino para trascender esa sensación, para renacer, para sanar, a través de la belleza de unos cuerpos que se muestran con crudeza y honestidad.

"Es una función muy poética y honesta que plantea un encuentro entre dos mujeres, como se acompañan y apoyan, cada una desde un lugar distinto. Como entran en conflicto, como se acercan y se alejan desvelando la historia escondida entre los pliegues de la piel. Es el recorrido que viven estas dos mujeres en un momento determinado. Es como un momento en el que pasa algo inesperado y ellas viven juntas a partir de ahí".

El trasfondo de esta pieza, que tiene una duración de cuarenta y cinco minutos, refleja lo que es entregarse a la vida, a lo que ocurre, a pesar del miedo que pueda provocar la situación, de los prejuicios o presiones.

"Es difícil decirlo con palabras. Es una relación, a veces de fusión, otras de soporte, que se puede leer de distintas maneras. No es una pareja sentimental, dos hermanas, o una madre y su hija, podría ser cualquier relación...", reconoce su autora.

La escenografía es muy minimalista, solo una tenue iluminación que describe un montaje muy desnudo y la presencia de dos cuerpos, prácticamente desnudos durante toda la pieza.

"Lo del desnudo no fue una decisión fácil, porque a veces se puede entender como una provocación, pero no lo es en absoluto. Es todo lo contrario, es una mirada del desnudo muy natural y muy conciliadora".

Lucía Marote, que ya ha compartido varios espectáculos con Poliana Lima, caracterizados por ser unas propuestas valientes y arriesgadas, destacó que "la belleza del cuerpo es mucha. Es una de las razones por las que quiero que la gente tenga tiempo de apreciar como se mueve, como tiembla la piel, la carne, como se crean paisajes... Creo que la manera como se presenta un desnudo tiene mucho que ver con la reacción de la gente. Hasta ahora la experiencia ha sido buena y la gente se ha sentido muy agradecida de ver un trabajo así".

Este tándem de bailarinas hablan con sus cuerpos del amor como una herida que les enseña a sanar y volver a ser ellas mismas a través de la otra, aunque la captación de estos mensajes depende de la imaginación del público.

"La danza es muy física, un lenguaje muy poético y todo viene del cuerpo. Tiene momentos de mucha intensidad y otros tranquilos, que generan más tensión que cuando están de un lado para otro. Todo viene desde el cuerpo, del movimiento".