La Copa Intercontinental se quedó en Tenerife. El equipo aurinegro venció al actual campeón de esta competición, el Guaros de Lara venezolano, en un choque intenso, muy duro, pero a cuyo final logró llegar con más oxígeno que su rival.

El partido de entrada se presentaba muy complicado por muchos factores. El Iberostar Tenerife está al final de su pretemporada, era el primer partido en casa de muchos de los jugadores y del propio entrenador y se intentaba alcanzar un título. Además, enfrente había un conjunto experto, con calidad y muy duro que tenía menos presión que los locales.

Y todos esos factores pasaron factura al grupo de Nenad Markovic en los primeros instantes del choque porque hasta el público también parecía de "pretemporada" y estuvo un poco frío.

El Guaros de Lara salió embalado, y aprovechando los errores locales en ataque y defensa logró ponerse con un 2-12 y un 4-15 en el minuto 7 de partido. El Guaros, en ataque, jugaba con facilidad y aprovechando la envergadura de sus interiores y la velocidad de sus aleros.

Un tiempo muerto de Markovic y el Iberostar Tenerife empezó a dar una imagen diferente. Por lo pronto en ataque empezó a hacer daño, sobre todo dentro de la zona.

Por el otro lado, entre Echenique y Little mantenían a su equipo por delante en el marcador, mientras que a Robinson, que "asustó" en algunos momentos del choque, le costaba salir de la defensa de San Miguel y Bassas.

Lo mejor del primer cuarto fue que el Iberostar Tenerife logró terminar con solo tres puntos abajo (14-17), después de realizar un irregular cuarto.

White, tras anotar un triple, logró empatar el choque por primera vez (19-19) y se notaba el cambio de juego de los locales, entonces ya mucho más atentos en los bloqueos de su rival.

Este segundo cuarto fue de mucha igualdad y ninguno de los dos conjuntos lograba mandar con claridad. El único que lo intentaba era el Guaros de Lara (28-33), pero sin ser determinante.

Markovic seguía probando y buscando su mejor quinteto. No era el partido de Petit por la fortaleza de los interiores y a Vázquez le faltó continuidad. Mike Tobey sí estaba dando la talla, lo mismo que Abromaitis y Allen. Fueron Tobey y Allen los que volvieron a igualar el choque, pero al final sería Ponitka, muy activo en el tiempo que estuvo en cancha, el que pondría al Iberostar Tenerife por delante en el marcador por primera vez a lo largo del choque (54-53, min.29) y Fran Vázquez pondría entonces el 56-53.

Y ahora con el marcador a favor, el equipo de Nenad Markovic jugó mejor. Mantuvo su intensidad defensiva, pero en ataque supo mover con acierto el balón y dar movilidad a la defensa rival hasta buscar el mejor momento para atacar la canasta.

Ya el último cuarto fue para el Iberostar Tenerife. Llegó a irse de cinco puntos (62-57, min.34) y esa diferencia la defendió a muerte ante un rival que no era el mismo que al principio del partido y al que se le notó falto de fuerza para afrontar los momentos decisivos.

El Guaros de Lara endureció aún más el partido, pero no encontró la forma de darle la vuelta al choque y acabó perdiendo.