La Policía ha reforzado el seguimiento sobre grupos radicales vinculados a la ''izquierda abertzale'' movilizados desde el País Vasco para trasladarse a Cataluña en apoyo al llamamiento de la CUP y de otras organizaciones afines al referéndum del 1 de octubre, han informado a Europa Press fuentes policiales, que subrayan que siguen con preocupación los crecientes llamamientos a la desobediencia.

El 8 de septiembre, tras la aprobación de las llamadas ''leyes de desconexión'', la CUP lanzó un vídeo en el que simulan el final del "proceso" independentista con una símil en el que varios dirigentes de la formación antisistema despeñaban una furgoneta por un acantilado con el mensaje "ahora comienza el mambo".

Es el mismo eslogan utilizado por diferentes plataformas vinculadas a la ''izquierda abertzale''. Uno de los carteles anuncia la salida en autobús para viajar desde Pamplona a Barcelona el próximo sábado a las 6.00 horas. "Catalunya-Euskal herria, juntos en un mismo camino", se puede leer en catalán y en euskera.

Las citadas fuentes han explicado que las fuerzas de seguridad del Estado siguen con creciente preocupación las conexiones entre juventudes de la CUP y formaciones de la ''izquierda abertzale'' por la tentación de que recurran a la violencia ante la prohibición del Tribunal Constitucional que obliga a impedir el referéndum.

Diferentes dirigentes de plataformas afines al referéndum han multiplicado sus llamamientos para ''resistir'' en la calle en señal de rechazo a la actuación de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d''Esquadra. Los tres cuerpos están siendo coordinados desde esta semana por un coronel, siguiendo la instrucción del fiscal superior de Cataluña.

La Fiscalía ha pedido que se identifique y tome declaración a los responsables de los colegios electorales. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha lanzado varios mensajes en Twitter en los que publicita los lugares de votación, burlándose de los bloqueos en páginas web ordenados por el TSJC y el Juzgado de instrucción 13 de Barcelona.

Dirigentes de la CUP como Mireia Boya y varios organizaciones estudiantiles han planteado abiertamente sitiar los más de 2.000 lugares de votación para evitar que las fuerzas de seguridad puedan precintar estos centros. En su escalada de desobediencia, no descartan "un cara a cara entre la gente y la policía que se plante ante los colegios".

Puigdemont ha desvelado que, a pesar de que la Guardia Civil intervino las cartas nominales para la constitución de las mesas electorales, éstas se podrían formar con las primeras personas que lleguen con la intención de votar.