Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reúnen hoy en Ankara para pasar revista a las relaciones bilaterales y analizar la situación en Siria e Irak.

Putin será recibido por su anfitrión con honores formales en el complejo presidencial de la capital turca a las 15.50 según la agenda hecha pública por la Presidencia turca.

A las 16.00 GMT tendrá lugar una comida de trabajo entre las delegaciones rusa y turca y a las 17.15 empezará la entrevista de los dos mandatarios, que comparecerán ante la prensa al terminar su reunión, sobre las 18.30.

Un comunicado de la Presidencia turca señala que Putin y Erdogan, aparte de repasar las relaciones bilaterales entre Turquía y Rusia, "prevén intercambiar ideas respecto a asuntos regionales e internacionales, especialmente Siria e Irak".

La visita tiene lugar tras el referéndum independentista del Kurdistán iraquí, celebrado el lunes, que ha causado enormes tensiones entre Ankara y su hasta ahora aliado Masud Barzani, presidente de este territorio autónomo de Irak.

Además, en estos momentos se prepara la aplicación de los acuerdos de supervisión del alto el fuego en Siria, firmados el 15 de septiembre en Kazajistán y que prevé la colaboración de tropas rusas, turcas e iraníes.

La Coalición Nacional Siria, la principal alianza opositora política, con sede en Estambul y que recibe respaldo de Turquía, ha denunciado en los últimos días que, pese al alto el fuego, los bombardeos aéreos de las fuerzas gubernamentales sirias y los cazas rusos continúan, causando numerosas víctimas civiles.

Turquía ha desplegado esfuerzos diplomáticos para negociar una rebaja de las tensiones en Siria y Erdogan viajará el próximo miércoles 4 de octubre a Teherán, confirmaron fuentes de Presidencia a Efe.

Al igual que Turquía, Irán se opone a la independencia del Kurdistán iraquí, y Ankara está coordinando su respuesta a Erbil no solo con Bagdad sino también con Teherán, han indicado las autoridades turcas.

El punto más destacado de las relaciones bilaterales ruso-turcas es la compra, por parte de Ankara, de un sistema de misiles S-400, adquisición polémica porque, según los expertos, será difícilmente compatible con los mecanismos de defensa de la OTAN en los que participa Turquía como miembro.

Un alto cargo de las industrias de defensa turcas, Ismail Demir, dijo esta semana que Rusia empezaría a entregar los misiles en un plazo mínimo de dos años.