El colombiano Radamel Falcao, el goleador de 32 años que se planteó dejar el fútbol hace tres años por una grave lesión, atraviesa una inesperada segunda juventud con la camiseta del Mónaco.

Con el tanto que sumó anoche en el empate liguero ante el Montpellier, ya son 12 en solo ocho jornadas de la Liga francesa. Solo el argentino Carlos Bianchi hace 43 años había realizado una mejor prestación en el campeonato galo, 12 tantos en siete partidos con el Stade de Reims.

Por delante del brasileño Neymar (cuatro tantos) y del uruguayo Edinson Cavani (siete), estrellas consagradas del París Saint-Germain (PSG), "El Tigre" ha logrado el mejor debut de temporada de su carrera gracias a una tremenda efectividad.

En 13 chutes entre los tres palos, han sido 12 dianas. El internacional colombiano marca además un gol cada 55 minutos, mejor que el argentino Lionel Messi (60 minutos), máximo artillero en nueve jornada del campeonato español.

Falcao, quien fue un devorador de estadísticas goleadoras en su paso por el Oporto (2009-2011) y Atlético de Madrid (2011-2013) -con 142 tantos en ambos clubes-, ha vuelto a recuperar ese brillo interrumpido por una grave lesión en 2014.

El 22 de enero de ese año, en un partido de Copa francesa disputado entre el Mónaco y el Chasselay (Cuarta división francesa), una dura entrada de un jugador semi profesional, Soner Ertek, le provocó graves daños en el ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda.

Aunque fue operado con éxito por el portugués José Carlos Noronha, ese percance le obligó a perderse el Mundial de 2014 en Brasil y de regreso a los terrenos de juego empezó para él un calvario de dos temporadas.

"Pasé momentos difíciles después de mi operación en los que pensé en abandonar, pero logré seguir adelante y mantener esperanza en el futuro", dijo el delantero en febrero de este año, en una charla con seguidores.

El Mónaco le cedió al Manchester United (2014-2015) y al Chelsea (2015-2016).

En el primero marcó 6 goles en 33 partidos oficiales y en el segundo sumó un tanto en 12 encuentros. Su periplo británico estuvo marcado por las lesiones musculares y por las relaciones tensas con el entonces entrenador del United, Louis Van Gaal.

Volvió en la 2016-2017 al Mónaco con la cabeza gacha, pero poco a poco la fue irguiendo.

Arropado por el entrenador portugués Leonardo Jardim, "El Tigre" empezó a recuperar la voracidad goleadora que le había llevado a ser el mejor artillero de la historia en la Liga Europa (antigua UEFA) en una sola temporada (17 goles con el Oporto en la 2010-2011).

Cerró el curso en excelente forma, con 30 goles en 43 partidos oficiales, y con el título de campeón francés en el bolsillo.

De esos 30 tantos, 21 de ellos fueron en el campeonato francés, el tercer mejor anotador por detrás de Cavani (35) y el francés Alexandre Lacazette (28). En la Liga de Campeones, en la que jugó las semifinales ante el Juventus de Turín, sumó cinco goles en su fase final, más dos en la de clasificación.

"Este año ha tenido un trabajo con el equipo técnico, ha tenido el apoyo de sus colegas. Falcao ha llegado al nivel que esperábamos de él", sostuvo Jardim en el pasado curso, cuando le pidieron explicar la racha de su pupilo.

Con contrato con los monegascos hasta 2020, el jugador de Santa Marta, de confesión cristiana evangélica, sigue agradeciendo al cielo cada gol que anota, un gesto de gratitud que el campeonato francés conoce al dedillo.