El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reclamado hoy un "tiempo de reflexión" y una "autocrítica de todos las partes" sobre la situación en Cataluña desde "la consciencia del riesgo de fractura social".

Aunque el Gobierno "traspasó ayer todas las líneas rojas" por la violencia empleada para intentar evitar el referéndum, ha señalado Urkullu, la relación institucional entre su Ejecutivo y el de Mariano Rajoy "tiene que seguir manteniéndose".

En una conferencia organizada por el Fórum Europa, Urkullu ha evitado responder cómo puede afectar lo ocurrido ayer a la relación del PNV con el Gobierno y a la negociación de los Presupuestos del Estado, si bien ha destacado que su Ejecutivo seguirá manteniendo relación con el de Rajoy para avanzar en "el desarrollo social" de Euskadi y en la exigencia del cumplimiento del Estatuto de Gernika.

Ha considerado "desacertado y equivocado el planteamiento del Gobierno español" por no haber dialogado con los representantes catalanes y por responder con la intervención policial, pero ha dicho que él es "un representante institucional" que mira por los intereses de los vascos y que tiene que "defender y conseguir lo mejor" para ellos, "sea con quien sea".

Urkullu ha echado en falta en la intervención de ayer del presidente del Gobierno "un reconocimiento de la realidad" de lo que pasó durante las votaciones y de lo que ha ocurrido en Cataluña en los últimos años, que ha evidenciado "el fracaso del modelo de Estado" y "unos sentimientos de pertenencia y aspiraciones absolutamente legítimas, que necesitan de un cauce de encuentro".

Sin restar importancia al foro de diálogo entre partidos que planteó Rajoy, el lehendakari ha opinado que lo realmente importante ahora es el diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat.

Ante la posibilidad de una declaración unilateral de independencia en Cataluña y la suspensión de la autonomía por parte del Gobierno, Urkullu ha pedido que ambas partes se den "un tiempo de reflexión" y hagan un análisis desde "la consciencia del riesgo de fractura social", "introspección" y "autocrítica a todas las partes", antes de adoptar medidas al respecto.

A su entender, se debe dar respuesta "al problema desde la raíz", con "la reformulación del modelo de Estado, desde la perspectiva de la Unión Europea".

A su juicio, el modelo autonómico no ha dado resultado y el Estado "no ha ofrecido ninguna alternativa" ni ha dialogado para encauzar las aspiraciones nacionales.

Por ello ha reclamado el reconocimiento nacional de Euskadi y Cataluña, y ha defendido "un proceso de diálogo con voluntad real de acuerdo para conciliar democráticamente las aspiraciones mayoritarias española, catalana y vasca, que culmine con la celebración de un referéndum legal y pactado".

"Después de lo vivido ayer, es muy difícil gestionar las emociones y los sentimientos para no provocar la fractura social", y "más allá de la proclamación de independencia o del artículo 155 de la Constitución que, de facto, en algunos casos ya se ha hecho, apelaría al propósito de convivencia", ha aconsejado.

"Nadie ha salido victorioso de lo ocurrido ayer en Cataluña", ha afirmado, al tiempo que ha expresado su profunda "tristeza y preocupación" por la situación vivida.

Ha expresado su solidaridad a las personas heridas, que acudieron a votar y se encontraron con "una actuación policial desproporcionada", y ha querido subrayar "la actitud general de la sociedad catalana que ha sabido mantener el equilibrio y la serenidad", tanto entre quienes fueron a votar como entre quienes decidieron no hacerlo.

Según ha analizado, muchas personas, como él, "se han sentido defraudadas por la gestión de esta situación", pero tienen "ilusión por construir un país propio en Euskadi, como la tienen los catalanes, dentro de un Estado plurinacional en la Unión Europea, con realidades diferenciadas".

Para Urkullu, "los errores de Rajoy y de Puigdemont son el pasado y necesitan de un ejercicio autocrítico", y de cara al futuro ha aconsejado "pensar en el riesgo de no reconocer la realidad que se ha palpado en Cataluña".

Ha reprochado que ayer mismo se escuchara el intento de algunos de aprovechar el momento "para desalojar a Rajoy" del Gobierno, "entrando en el juego de cálculos electoralistas", en referencia a Podemos, "cuando lo realmente necesario es una reflexión de partida sobre lo ocurrido en 2017" y sobre "cómo construir un concepto de soberanía" en el que tengan cabida los ciudadanos de nacionalidades diferenciadas del Estado.