El Iberostar Tenerife comenzó la Liga Endesa con buen pie y una convincente y cómoda victoria en Burgos. Los de Nenad Markovic dieron un baño de realidad al recién ascendido San Pablo y siempre dejaron la sensación de no haber metido la marcha más alta. Dominaron el encuentro prácticamente de dominio a fin, sentenciándolo casi en el descanso, cuando los azules se dieron cuenta de que eran netamente inferiores a su oponente. Con un dominio casi dictatorial de la zona y una notable mejor elección del tiro, los canarios pusieron el primer triunfo en su casillero.

Solo en los compases iniciales los canarios hallaron réplica en el San Pablo. Deon Thompson, llamado a ser el líder del equipo local, resistía por dentro, donde Tobey sufría. En estos momentos eran los exteriores amarillos los que mantenían la igualdad (8-9 tras triple de San Miguel), ya que por fuera, el base no tenía oposición ninguna ante un fuera de forma Fisher.

Mediado el cuarto, Markovic comenzó a mover el banquillo y empezó por la pintura. Saltó a pista Fran Vázquez, que tiró de experiencia para borrar a Thompson, pasando a dominar el rebote. Pese a ello, sufría desajustes el cuadro lagunero, que se frenaron en seco tras el primer tiempo muerto (16-11, minuto 8).

Vázquez ajustició por dentro, especialmente cómodo cuando se enfrentó a Goran Huskic, y Beirán devolvió la renta a los canarios (16-19, minuto 10).

No se había visto la mejor versión del Iberostar, o así se percibía en el ambiente, y los aurinegros ya mandaban, lanzados por su rebote (6-12 en los primeros 10 minutos de juego).

Los puntos comenzaron a llegar también desde fuera, muy repartidos, y por dentro Tobey dejaba atrás sus dudas iniciales. El neoyorquino abusó tras el descanso de un superado Huskic, y Thompson no volvió a encontrarse cómodo, por lo que la alfombra roja estaba desplegada hacia el triunfo. No fue mayor la renta canaria al descanso porque, en el inicio del segundo cuarto, los amarillos acusaron una notable mala elección de tiro. Pese a ello, fue más que suficiente para dejar atrás a un San Pablo en barrena y que sólo logró dos canastas en juego en este segundo periodo (26-38).

El desacierto local se mantuvo en la reanudación. Los tinerfeños jugaban a medio gas, rotaban y aún así el San Pablo era incapaz de reducir su desventaja por debajo de los dos dígitos. Tobey se adueñó de la zona, y por fuera Beirán y Richotti aniquilaron, logrando importantes triples en momentos clave. Al final del tercer cuarto, 45-57.

El último periodo de poco sirvió, con un Tenerife muy cómodo, sin apuros, y un San Pablo en el que Sebas Sáiz tiraba de orgullo. Fue el mejor de los minutos finales (9 puntos y 7 rebotes en el periodo), pero aún así insuficiente para reducir la desventaja, que fue finalmente de más 16 para el Iberostar (65-81).