El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, señaló hoy que España está "ante un conflicto interno muy difícil", en referencia a Cataluña, y subrayó que "es tarea de todo Gobierno hacer respetar el orden constitucional", único marco en el que puede hallarse una solución.

"En un Estado democrático la Constitución protege los derechos de todos los ciudadanos", recalcó en una rueda de prensa el portavoz de la canciller, Angela Merkel.

Seibert rechazó contestar a reiteradas preguntas sobre la violencia en la actuación policial del domingo en Cataluña y recordó que se organizó un referéndum de independencia que había declarado ilegal el Tribunal Constitucional español.

"Claro que deseamos que se rebaje la tensión de la situación, pero sólo será posible si se respetan los principios del Estado de derecho y la Constitución, y sobre la base del diálogo político", reitero Seibert, quien descartó una mediación de la canciller alemana con el argumento de que se trata de "un asunto interno" de España.

"Una solución al conflicto, que deseamos para nuestros amigos españoles, sólo puede darse dentro de la Constitución y del orden democrático de España", insistió.

Preguntado sobre si Berlín condenaría la violencia policial si se hubiera registrado en Rusia o Turquía, el portavoz tachó de "absurdo" el paralelismo porque, repitió, "en un Estado democrático la Constitución protege los derechos de todos los ciudadanos".

Sobre la proporcionalidad de la actuación policial, hizo hincapié en que "España es un estado democrático con medios plurales" donde se debate el asunto y consideró innecesaria cualquier valoración del portavoz del Gobierno alemán.

Como cada vez que ha sido interrogado sobre esta cuestión, Seibert recordó que Alemania y España son estrechos aliados, por lo que Berlín sigue con mucha atención lo que ocurre en Cataluña.

"Tenemos gran interés en la estabilidad de España y por eso es importante que, en todo lo que pase políticamente allí, se respete el Estado de derecho", manifestó.

Seibert no quiso hablar de la reacción de Berlín ante una posible declaración unilateral de independencia por tratarse de algo "hipotético" y se limitó a recordar que el Tribunal Constitucional estableció que el "así llamado referéndum" vulnera la Carta Magna, que "debe ser respetada".