El rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Antonio Martinón, no ha aceptado la dimisión del director del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública, Basilio Valladares, presentada el 18 de septiembre tras 13 años en el cargo por desavenencias con el equipo rectoral.

El dirigente de este centro de salud pública, reconocido a nivel nacional e internacional, se sintió ofendido tras el discurso de apertura de curso ofrecido por el rector ante la comunidad educativa y numerosos cargos políticos. En su intervención, Martinón se quejó de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) incluyeran una partida de un millón y medio de euros para la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y que, en cambio, solo se destinara un millón de euros para la ULL, que, además, no podía ejecutar libremente, sino que iba dirigido de manera finalista a este instituto.

El rector insistió ayer en que creía que "el malentendido" había quedado resuelto en una conversación posterior y que seguía pensando lo mismo que entonces: el relevo de Valladares se producirá el próximo año, cuando acabe el curso y se jubile, tal como estaba previsto. Para ello, el centro debe reformar los estatutos y convocar elecciones.

"Yo no le acepto la dimisión hasta que haya un nuevo director, pero en cualquier caso creo que tenemos un curso por delante para hacer ese cambio bien hecho. No hay ninguna prisa y en eso quedamos", dijo el rector a este periódico. Martinón destacó la dedicación y el esfuerzo de Valladares con la Universidad y este instituto, que "es su creación". "Por eso -señaló-, le he pedido que pilote él este cambio". Además, el rector explicó que en su discurso nunca tuvo la intención de descalificar la acción de este centro, sino de criticar que la Universidad no contase con una partida de libre disposición en las cuentas estatales. Martinón elogió el trabajo de Valladares durante todos estos años y dijo que ha sabido liderar una corriente de investigación en Canarias.

Valladares precisó que tomó la decisión tras el acto de apertura del curso académico, pero reconoció que ya había diferencias previas en cuanto al funcionamiento del centro de investigación. Defendió el plan director con el que cuenta el instituto, encargado hace años a una consultoría internacional, y que ha servido para colocar al centro como referente nacional e internacional.

Concretó que ahora mismo hay dos opciones sobre la mesa, que el rector acepte su dimisión y se nombre a un sustituto interino que se encargue de convocar elecciones, o que ese proceso lo lleve a cabo él si no se acepta su marcha. En cualquier caso, Valladares seguirá vinculado estrechamente al instituto, relación que mantendrá incluso cuando se jubile el próximo verano. No obstante, la comisión del instituto, que se reunió ayer, seguía esperando noticias del rector respecto a la dimisión, según el propio Valladares.

La partida asignada en los PGE sirve para financiar el instrumental necesario para cumplir con los compromisos del Instituto con el Ministerio de Sanidad.