El triatleta Vicente Hernández está a punto de completar otro gran año entre los mejores del mundo. Al comienzo de la temporada tuvo que superar su gran rémora, una nueva lesión, para acabar realizando su mejor posición de siempre en las Series Mundiales, la decimotercera. Cuarto en el Campeonato de Europa y sexto recientemente en la Copa del Mundo de Huelva, al lagunero le restan la Challenge de Cerdeña y la Copa del Mundo de Miyazaki para cerrar la campaña. En cualquier caso, Hernández visualiza ya un 2018 en el que espera, si las dolencias físicas lo respetan, asaltar el "top 10" de las "World Triathlon Series".

¿Qué valoración hace del año?

El objetivo del año era hacer un buen Mundial. En un principio me había planteado un "top 10" y acabé el 13. Fue una temporada regular y consistente. Empecé lesionado y creo que eso me marcó un poco porque las dos primeras carreras realmente fui a coger ritmo. Eran dos resultados que me hubieran hecho falta para hacer el "top 10". En general, yo creo que ha ido bien.

¿En qué consistió la lesión? ¿Cómo la llevó?

Lo peor fue la incertidumbre. Fue una lesión que me hizo terminar la temporada 2016 antes de tiempo. En un principio creíamos que era fascitis, pero también me dijeron que podía ser una fractura por estrés. No podía hacer nada que requiriese impacto. Podía nadar y hacer bici, pero suave. Pasó el tiempo para que la fractura por estrés se consolidara, pero seguían las molestias y se dieron cuenta de que quedaba tendinitis y fascitis por tratar. Al final me tuve que poner una infiltración porque no acababa de bajar la inflamación. Por eso no pude correr la primera prueba de las World Series, en Abu Dhabi. Fui a la segunda, en Gold Coast, pero realmente sin entrenamiento de carrera a pie. La utilicé para coger ritmo, al igual que Yokohama. Lo que me tocaría haber hecho en diciembre lo estaba haciendo en marzo.

Al final ha corrido ocho de las nueve citas mundialistas.

Sí. Lo normal es no hacerlas todas. Hay nueve, pero puntúan cinco más la gran final, que puntúa sí o sí. Yo me vi en una situación en el que no hice la primera, y la segunda y la tercera no eran resultados que me fuesen a valer. Entonces ya me vi forzado que hacer el resto.

¿La lesión le impidió hacer un cambio en la preparación que le hubiera gustado implantar?

No había nada en concreto que quisiera haber cambiado, pero sí que al final tener continuidad es muy importante. Tuve que meter un bloque muy potente de natación al principio de manera forzada. Y después, otro bloque muy fuerte de carrera a pie antes del verano para intentar coger ritmo.

Usted ha comentado que uno de sus objetivos era mejorar en la natación para salir más delante.

Debido a la lesión, el doblar sesiones hizo que cogiera el mejor nivel de mi vida nadando. Una vez que metes el segmento de ciclismo y la carrera a pie cambia tu composición corporal. Pierdes mucha grasa y al final flotas menos.

Desde que debutó en las Series Mundiales ha ido mejorando su clasificación en casi todas las campañas. Entiendo que aspira a dar otro pasito más en 2018.

He sido regular, pero al final todos los años he tenido algún problemilla y me quedo siempre con la espinita de tener un año normal para ver dónde puedo llegar a estar. El "top 10" es el primer objetivo que me planteo para el año que viene. Si trabajo bien y no hay lesiones, confío en hacerlo un poco mejor. En cualquier caso, las carreras me pondrán en mi sitio.

¿Es metódico en cuanto a registro de tiempos para mejorar?

Realmente en triatlón los tiempos no son tan importantes. La mayoría de carreras están bien medidas, pero no todas. Los tiempos no los utilizamos como referencia. Se trata de mejorar en estrategia de carrera, en decisiones tácticas, en colocación en los grupos, en ahorrar energías? Son cosas que se van aprendiendo con los años.

¿Todo ese volumen de aprendizaje ya lo tiene interiorizado?

En todas las carreras se aprenden cosas nuevas. La clave es no cometer fallos y hacer lo que piensas que tienes que hacer antes de la competición. Muchas veces eso es difícil de llevar a cabo.

¿Cada vez percibe más nivel?

Sí. El triatlón es un deporte relativamente joven. Cada vez se conoce más el entrenamiento y se estructura mejor. Son tres disciplinas y en un principio se entrenaban por separado. La realidad es otra: tienes que saber correr con fatiga, tienes que aprender a ir en bici de una determinada manera y nadar con mucha más gente. Lo que he notado en estas dos últimas temporadas es que se ha dado un salto en el ciclismo bastante importante. La media de velocidad es mucho mayor.

En casi todos los países del mundo sería el mejor triatleta. En España es el cuarto tras Mario Mola, Javi Gómez Noya y Fernando Alarza. ¿Cómo lo lleva?

Es bueno por un lado y malo por otro. Al final la visibilidad no es la misma, ni el reconocimiento de la gente. Si nos acostumbramos a tener a un campeón del mundo todos los años, parece que es fácil. La verdad es que no lo es. La parte buena es que son deportistas con los que comparto toda la temporada y son referentes en el deporte. Tener trato cercano, entrenar y ver cómo hacen las cosas es un punto a mi favor para intentar buscar mi máximo rendimiento.

Y el reconocimiento del país para con ustedes, en función de los resultados obtenidos, ¿está acorde?

Mi opinión es que no. En España somos muy futboleros. A mí también me gusta. Pero el fútbol eclipsa prácticamente a todos los demás deportes. Es cierto que el triatlón ha crecido mucho, pero su repercusión está lejos de estar acorde a los resultados que se están obteniendo.