Miles de personas (50.000, según la Delegación del Gobierno) convocadas por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) tomaron ayer la madrileña plaza de Colón y la calles aledañas en un acto de defensa de la unidad de España, la Constitución y el Estado de Derecho, al grito de "Viva Cataluña, viva España".

La Fundación Denaes convocó esta concentración a las doce de la mañana, al mismo tiempo que se celebraba en la cercana plaza de Cibeles otro acto en defensa del diálogo político bajo el lema "Parlem?", en el que los asistentes iban vestidos de blanco.

A la concentración de Colón, a la que se adhirieron cerca de cincuenta entidades, acudieron, entre otros, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, quien trasladó un mensaje de "tranquilidad" a los catalanes, que "no están solos" porque "Cataluña nunca va a ser independiente". "Vamos a poner todo lo que haga falta para que se cumpla la ley y se restablezca la convivencia", dijo.

Los manifestantes se reunieron en la plaza de Colón desde una hora antes de la convocatoria en un ambiente festivo, en que había música como el "Que viva España", de Manolo Escobar.

En el suelo de este emblemático espacio público se colocó una gran bandera de España, al tiempo que se inundaba el lugar de consignas como "Puigdemont a prisión" o "Viva la Policía Nacional y la Guardia Civil", y los asistentes ondeaban sus banderas.

En la protesta se exhibieron pancartas con lemas "Los golpistas a la cárcel", con la fotos del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras; y el mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, al tiempo que han coreado "Viva España".

En la zona de la concentración se desplegó un amplio dispositivo policial y sanitario, con ambulancias. De hecho, los asistentes no dudaron o en acercarse para "agradecerles su labor", acompañados de un aplauso cada vez que el helicóptero de la Policía Nacional se situaba justo encima de la concentración.

Miles de personas, 5.500 según la Guardia Urbana, se congregaron ayer en la plaza Sant Jaume de Barcelona ataviadas con camisetas blancas y con el lema "hablemos", para reclamar diálogo entre la Generalitat y el Gobierno ante una posible declaración unilateral de independencia.

Los concentrados hicieron volar unos globos blancos, aplaudieron en diversas ocasiones y lanzaron proclamas como "el pueblo catalán no quiere división", "sí se puede" o "queremos hablar". Además, los manifestantes, en un tono pacífico y sin exhibir banderas españolas, catalanas ni independentistas, alzaron carteles contra la declaración unilateral de independencia u otros que versaban: "España es mejor que sus gobernantes".

La concentración ciudadana no la organizó ningún partido político, pero sí que ha acudido una representación del PSC, encabezada por el primer secretario del partido, Miquel Iceta.

En declaraciones a los periodistas, Iceta, que dijo acudir más como "ciudadano", subrayó que "mucha gente" está pidiendo en las calles "diálogo", por lo que ha pedido solucionar el conflicto catalán desde la negociación, aunque para ello no debe haber "decisiones unilaterales". En la movilización se vio a dirigentes socialistas, como Assumpta Escarp y Jaume Collboni, además del primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, o el secretario de la UGT, Josep Maria Álvarez.

En Twitter, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, publicó una foto de la plaza Sant Jaume llena y otra de la concentración paralela frente al Ayuntamiento de Madrid y escribió: "Miles de personas envían un mensaje de paz a sus gobernantes: lo valiente, hoy, es escuchar y sentarse a hablar". Precisamente, en la pared del Ayuntamiento de Barcelona se colgó un gran cartel con el lema "Parlem, hablemos".

Uno de los carteles que lució ayer a favor de la concordia decía "Que se besen", algo que sí hizo en la plaza Sant Jaume una pareja de recién casados que se encontró la manifestación al salir del Ayuntamiento.