La Administración del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, sufrió la caída de apoyo popular más importante al perder 11 puntos porcentuales en varios escándalos en la campaña antidroga, aunque conserva la aprobación de la mayoría, según una encuesta publicada hoy.

Un portavoz de la Presidencia restó relevancia al resultado y apuntó que Duterte aún mantiene el respaldo de los filipinos.

Según el sondeo de la consultora independiente Social Weather Stations (SWS), la polémica por las muertes de jóvenes en la "guerra contra las drogas" y las alegaciones sobre la supuesta fortuna oculta del mandatario han pasado factura a Duterte y le han restado 11 puntos.

No obstante, el 67 por ciento de los consultados aseguran estar "satisfechos" con la gestión de Duterte, frente al 19 por ciento que se declaró "insatisfecho" y un 14 por ciento de "indecisos", de acuerdo con la encuesta realizada a finales de septiembre sobre una muestra de 1.500 personas en todo el país.

Los datos suponen un descenso en la popularidad del presidente en comparación con los recogidos por la misma consultora en junio, cuando se cumplió el primer año del mandato, ya que entonces un 78 por ciento de los filipinos se mostraron satisfechos, un 12 por ciento insatisfechos y un 10 por ciento indecisos.

El nuevo sondeo ha llegado en uno de los momentos más delicados de los 15 meses que lleva Duterte en el poder, en los que su campaña contra las drogas ha causado 3.800 muertos a manos de la Policía y se estima un número similar de personas asesinadas por patrullas vecinales.

La muerte de tres jóvenes y otras irregularidades cometidas en el marco de la campaña contra las drogas en los últimos meses causaron que miles de personas salieran a las calles de Manila en septiembre para protestar contra el presidente.

Además, la Oficina del Defensor del Pueblo ha iniciado una investigación de las cuentas de Duterte tras las alegaciones de su mayor adversario político, el senador Antonio Trillanes, de que el mandatario oculta una fortuna sin declarar.

La última encuesta, en todo caso, atribuyó la calificación de "bueno" al índice de satisfacción de los filipinos con su presidente, si bien hace solo cuatro meses éste era "muy bueno".

El sondeo también midió la "confianza neta" de los ciudadanos con Duterte, un indicador que registró caídas más moderadas.

El 73 por ciento de los encuestados aseguraron tener "mucha confianza" en su presidente, lo que supone un descenso de 7 puntos respecto al 82 por ciento de junio.

El portavoz de la Presidencia, Ernesto Abella, evaluó los resultados de la encuesta como "esperados" durante una rueda de prensa televisada.

Abella señaló que "los ciudadanos suelen comenzar a medir sus expectativas después del período de luna de miel, en el primer año de mandato".

El portavoz de Duterte también matizó que la encuesta se llevó a cabo solo unos días después del Día Nacional de Protestas (21 de septiembre), en el que tuvieron lugar las manifestaciones contra el presidente.

No obstante, Abella aseguró que "el amor (del pueblo) sigue ahí" y prometió que el mandatario "trabajará duro" para conservar la confianza de los filipinos.