La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha rechazado que la Mesa se reúna para valorar la petición del PSC de que este órgano reconsidere su decisión de tomar nota de los resultados del referéndum del 1-O que trasladó el Govern.

Fuentes soberanistas han defendido que la Mesa no debe reunirse para valorar esta petición, ya que no ha habido ninguna tramitación y el órgano director se ha limitado a tomar nota de los resultados, por lo que consideran que no hay ningún trámite parlamentario a reconsiderar.

El PSC había pedido reconsiderarlo alegando que la decisión de la Mesa se basa en un referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional (TC), mientras que fuentes de JxSí y SíQueEsPot aseguran que tomar nota de los resultados no tiene ningún efecto jurídico.

Fuentes de JxSí han reiterado que Forcadell ha decidido, de acuerdo con los servicios jurídicos de la Cámara, que no se celebre una Mesa sobre esta cuestión, porque alegan que tomar nota de los resultados del 1-O no tiene efectos jurídicos ni parlamentarios.

DECISIÓN "SIN PRECEDENTES"

Fuentes de Cs y del PSC, presentes en la Mesa pero en minoría representativa, han destacado que es una decisión "sin precedentes, nunca antes vista", teniendo en cuenta que el órgano rector debe reunirse siempre que se presenta una petición de reconsideración.

Los grupos soberanistas insisten en que la Mesa se ha limitado a tomar nota de los resultados del 1-O y que eso no tiene efectos jurídicos, pero las citadas fuentes de Cs y del PSC han explicado que sí tiene efectos y que además el reglamento del Parlament recoge el derecho de los grupos a pedir reconsideración de cualquier "decisión".

Por eso, alertan de que la decisión de Forcadell de no reunir a la Mesa para valorar la petición de reconsideración genera una "indefensión" del PSC, que es quien ha presentado esta solicitud.

El PSC seguirá intentando que se reúna la Mesa hasta el punto de que se plantean llamar a Forcadell para buscar vías de solución.